11 de septiembre 2008 - 00:00

El protagonismo del pasado en el vertiginoso presente

«Coliseo», de Giovanni Battista Piranesi (1720 - 1778).
«Coliseo», de Giovanni Battista Piranesi (1720 - 1778).
El arte ocupa un espacio preferencial en la agenda porteña. Para comenzar, el viernes, la Feria de Arte Expotrastiendas abre las puertas de su octava edición en el Centro Municipal de Exposiciones, con 150 galerías y más de 500 artistas. A partir de esta fecha se suceden las actividades que se suman al Festival de la Luz, que ha puesto en estos días la fotografía en un lugar estelar del escenario.
La Semana del Arte, un evento interdisciplinario que ya va por su quinta edición y que conjuga arte, música, visitas guiadas, conferencias y noches de Gallery Nights, se realizará entre el 21 y el 27 de setiembre. También en el Centro de Exposiciones, arteBA y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires presentarán en octubre y en paralelo con la Bienal de San Pablo, Límite Sud / South Limit, una megamuestra que rompe con el formato tradicional de la Feria. Finalmente, el 28 de octubre, en el Palais de Glace se inaugurará la Feria Buenos Aires Photo, dedicada en exclusividad a esta disciplina.
Por primera vez en muchos años, estas iniciativas cuentan con el apoyo del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires. El ministro Hernán Lombardi ha roto un viejo prejuicio y ha decidido apoyar el mercado, es decir, los espacios de circulación y comercialización del arte que posibilitan la subsistencia, el crecimiento y la inserción en los circuitos internacionales de nuestros artistas.
En la dirección de Expotrastiendas, Pelusa Bortwick y Alvaro Castagnino buscan consolidar la Feria con un perfil definido por las obras de los grandes maestros y las vanguardias, y aspiran a ocupar un importante lugar que está vacante, sobre todo desde que arteBA apostó sus fichas al arte contemporáneo.

VORACIDAD JUVENIL

Si bien la energía y, en cierto modo, la voracidad de los contemporáneos suele dejar en sombras a los artistas del pasado, éste es el momento para recuperarlos.
Entre las muchas obras que merecen ser destacadas están las del veneciano Piranesi. Sus grabados del siglo XVIII, con su imponente teatralidad, suscitan en una elite de estetas y eruditos un interés que resiste el paso del tiempo. Una de las escasas obras de arte que Jorge Luis Borges compró en su vida, luego de una acuarela de su amigo Xul Solar que adquirió con su primer sueldo, era un grabado de Piranesi. A Borges le interesaban las vistas nostálgicas de la antigüedad de Roma y no sólo compró el Piranesi, sino además una obra de su discípulo Rossini. Ambas estaban en la sala de su casa de la calle Maipú, junto a la pintura «Anunciación», de su hermana Norah.
En suma, Expotrastiendas, un territorio donde se cruzan galeristas y art dealers, mantiene todavía la frescura de una verdadera feria, con calidades y precios muy diversos que ponen a prueba el entrenamiento visual del espectador.

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