Las desprolijidades y desmanejos de la AFA, ejes centrales de la debacle
Secciones Especiales
Claudio Tapia deberá replantearse varios temas para levantar este presente del fútbol argentino.
Pero el daño ya estaba hecho, aunque luego decisiones de la actual presidencia, la profunidzaron. Gerardo Martino se tuvo que ir luego de un abandono de los dirigentes para conformar el plantel que disputaría los Juegos Olímpicos Río 2016 (tras el bisubcampeonato de América). Con la llegada de Pérez como interventor, el sucesor fue Edgardo Bauza, quien estuvo tan sólo ocho partidos, pero como fue llevado por el presidente anterior, Tapia decidió echarlo ni bien asumió.
En su lugar llegó Jorge Sampaoli, quien no pudo nunca formar un equipo ni tener un plantel unido. Entró en disputas con los jugadores y con los propios integrantes de su cuerpo técnico y nunca se logró una identidad de juego definida.
Así, con un plantel desgastado mentalmente y con mermas físicas, se clasificó al Mundial sólo por las genialidades de Lionel Messi. Pero desde aquella gloriosa tarde de Quito a este deprimente presente en Nizhny Nóvgorod nunca hubo una evolución y las diferencias fueron cada vez más marcadas.
Sin unidad y sin plan de juego, la Selección cayó en la deriva y su continuidad en el Mundial de Rusia pende de un hilo.
Dejá tu comentario