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Londres: subastas recaudan en una semana u$s 1.000 M
Por ejemplo la pequeña «pelotita de fútbol» de Jeff Koons, redondo bronce de 19 cm. de diámetro, que tenía una base de 300.000 dólares, se vendió en 552.000; como si fuera poco, dos «perritos terriers» de porcelana de 50 cm. de altura - sin duda, bien kistch- se pagaron 1.750.000 dólares. Pero lo más sorprendente fue la pequeña pintura de Francis Bacon, de tan sólo 36x30 cm., (uno de los retratos más veces pintados por el autor, ya que el modelo era su pareja Georges Dyer), vendida en Sotheby's en 27,4 millones, superando por su precio y relación de tamaño a cualquier pintura vendida en el mundo. Solamente si se vendiera la «Ginevra de Benci» del genial Leonardo Da Vinci, de medidas similares, creemos que superaría esta locura de precio.
En New Bond Street, la noche del martes pasado fue lujuriosa. Se pagaron 189 millones de dólares por tan sólo 71 pinturas y esculturas, con una media de 2,7 millones por lote. Se vendió 95% (sólo cuatro lotes no encontraron comprador), se superaron once récords mundiales, y 48 de los lotes se pagaron más de un millón. Los nuevos compradores (6 por ciento) sólo pudieron llevarse cinco pinturas.
El más cotizado de los artistas argentinos, Lucio Fontana, fue intensamente pujado; una característica tela blanca con el tajo al medio y de 81x65 cm. se pagó 2,5 millones de dólares. Una escultura del magistral Jean Tinguely, cuyas obras se pueden ver en la piscina que se encuentra al costado del Museo Pompidou de Paris, multiplicó por siete su estimación al venderse en 2,1 millones, pese a su pequeña medida de 95x50 cm. y estar realizada en acero.
Uno de los fenómenos más difíciles de comprender es el del haitiano Jean-Michel Basquiat -una de las primeras víctimas conocidas del SIDA- cuyas obras se pagan millones. El grupo musical U2 compró hace 20 años en la galeria del marchand Robert Miller, en el Fuller Bulding de Nueva York, una de sus pinturas en unos cuantos miles de dólares. Luego de tenerla en sus estudios de grabación en Dublin durante estos años, ahora la han vendido en la friolera de 10 millones. Quizás estén pensando que es más redituable comprar arte que grabar discos que luego son «pirateados».
Un típico Yves Klein, con gran cantidad del característico pigmento de lapislázuli, multiplicó también por siete su estimacion, al venderse en 8,3 millones de dólares. Esto demuestra que ni los mercaderes de arte ni las casas de remate ya pueden estimar nada.
En Londres, los compradores fueron 50% europeos y 40% americanos; el resto, asiáticos que compran pintura china especialmente. El tenista John McEnroe es un gran coleccionista y también un hombre generoso ya que donó un retrato suyo realizado por Andy Warhol, que se vendió en 480.000 dólares. En Paris también hubo buenas ventas, pero son tan sólo diez por ciento de lo que se recauda a orillas del Tamesis. Se vendió un mármol de carrara de 50 cm. del buen escultor uruguayo Pablo Atchugarry en 40.000 dólares. También de Manolo Valdez, un gran artista español de quien hay una Menina en el Hotel Park Hyatt de Buenos Aires, se vendió una escultura igual a esta de la Infanta Margarita, pero realizada en madera, en la suma de 450.000 dólares.
En fin, en nuestro país indudablemente estamos muy lejos del mundanal ruido en lo que a mercado de arte se refiere.
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