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¿Qué compran los turistas en la Ciudad de Buenos Aires?

Rubén Janowski, gerente de Hoteles y Turismo de IRSA y Alto Palermo SA (APSA), que administra la mayoría de los centros comerciales porteños, indica que el ticket promedio de los turistas extranjeros es de 550 pesos por compra, cifra superior al consumo del turista interno. En general, compran indumentaria, zapatos, ropa y artículos de cuero, y productos autóctonos de excelente calidad provenientes de Salta, Jujuy, Tucumán o del sur argentino. En marcas prefieren Lacoste, Etiqueta Negra, Ricky Sarkany, La Martina, Christian Dior, Tombolini, Akiabara, Rapsodia y Paula Cahen DAnvers, entre otras, reconocidas por su calidad y diseño. Mónica Pérez Arias agrega que, de acuerdo con datos provistos por Global Refund Argentina, organización que gestiona la devolución del IVA en locales adheridos al sistema y que se identifica con el logo Tax Free, «los turistas brasileños fueron la gran estrella de 2006; con crecimiento superior a 100% escalaron del cuarto al primer lugar del ranking para el año completo, desplazando a los turistas de EE.UU. De todas formas, la composición de las ventas por nacionalidad estuvo liderada por españoles, norteamericanos y, en tercer lugar, por los brasileños».
La personal shopper Annie Ochoa indica que los huéspedes del Alvear Palace Hotel, uno de los pioneros en ofrecer este servicio de asesores de compras, tienen en general un perfil alto tanto económico como social: «Saben apreciar un tapado de cuero, un muy buen par de botas o un auténtico bife. Compran todo tipo de productos: ropa de cuero, zapatos y carteras de muy buena calidad, platería, antigüedades. Hay mucho interés por los diseñadores argentinos y por el arte contemporáneo, especialmente relacionado con lo étnico y ligado a las raíces criollas. Todo lo que tiene que ver con el polo y los caballos también interesa. Muestran muy buena predisposición para conocernos, recorrer nuestro país, interiorizarse sobre las costumbres y probar la comida».
La gastronomía es un producto turístico valorado. La salteña María Belén Aragón, dueña de la peña Los Cardones, dice que los extranjeros que visitan el establecimiento porteño son en general gente joven y prefieren los platos típicos, ya sean tamales, empanadas salteñas, humita, locro, mientras que los argentinos consumen más empanadas, brochettes y bife de lomo. Agrega que entre los turistas receptivos que más gastan figuran los norteamericanos y españoles. Claudia Carrara y Marisa Ledesma, dueñas del restorán orgánico Bio, comentan que los alemanes, holandeses y algunos norteamericanos son los turistas que más gastan. Su ticket promedio por persona gira en torno a los 50 pesos. Agregan que «en general prefieren las ensaladas por la frescura de los vegetales y los jugos naturales. Los extranjeros comen y toman más, eligen postre y degustan vinos. Los argentinos, en cambio, comen un solo plato y gastan alrededor de 35 pesos. Por otra parte, los extranjeros son muy organizados, reservan su mesa, comen temprano, son tranquilos y muy educados».
Ciudad vidriera
En Buenos Aires, los shopping a cielo abierto se han convertido en una innovadora tendencia alternativa de mercado, ya forman parte de la identidad urbana y constituyen un nuevo atractivo turístico. Refinados franceses en busca de moda y bijou, españoles seducidos por mantones y libros, italianos que prefieren las antigüedades y brasileños tentados por artesanías y ropa de colores recorren los circuitos comerciales a cielo abierto más tradicionales. Por ejemplo, en la avenida Alvear, en Recoleta, se especializan en alta costura; la calle Defensa desde Independencia hasta avenida San Juan, en San Telmo, es ideal para turistas que buscan antigüedades; los artículos regionales están en La Boca, en Caminito y Garibaldi; los libros y discos en la avenida Corrientes, desde Cerrito hasta Callao; el arte en el circuito comercial que va desde avenidas Santa Fe, Callao, Pueyrredón y Del Libertador, en Recoleta; y los artículos de diseño en Palermo Hollywood, entre Cabrera, Humboldt, Dorrego y El Salvador; o en Palermo Soho, entre Malabia, Costa Rica, Serrano y Gorriti. Pero no son los únicos. Ahora los turistas, especialmente los del mercado interno, reconocen otra alternativa. En la década del 80, la avenida Mitre, en Munro, se convirtió en el primer centro «outlet» del país. Hoy el fenómeno se repite en distintas zonas de la Ciudad y ofrecen una excelente oportunidad para turistas avispados y dispuestos a comprar, por ejemplo, prendas 50 por ciento más baratas. Con la propuesta «Moda económica», hay circuitos a cielo abierto en Palermo Viejo, Córdoba entre Lavalleja y Serrano; en Flores, Avellaneda entre Concordia y Terrada; y en Once, entre Rivadavia, Pueyrredón, Tucumán y Callao. Además, la avenida Forest del 300 al 500, en Chacarita, ofrece variedad de camperas y abrigos; en los alrededores de las avenidas Jujuy y San Juan, en San Cristóbal, hay decenas de bazares; alhajas y electrónica, en la calle Libertad desde Rivadavia hasta Lavalle; en Alvarez Thomas y la avenida Dorrego, en Colegiales, es posible conseguir antigüedades a precios acomodados; y en el Paseo El Retiro, el circuito comercial a cielo abierto de la calle Calabria, entre Dellepiane y Rosario Vera Peñaloza, hay artesanías, filatelia, numismática, libros usados y revistas.
Cruceros y tango
El segmento de los cruceros representa un producto en expansión para la demanda estival en la Ciudad de Buenos Aires. Según las estimaciones de la Subsecretaría de Turismo porteña, se calcula que durante la temporada 2006-2007 pasaron por la terminal de cruceros 120.000 pasajeros aproximadamente, 11% más que la anterior. Pero las estadísticas sobre países de origen y preferencia de compra son de la temporada 2005/2006, y dicen que 24 por ciento de los cruceristas son de EE.UU., 17 por ciento corresponden al turismo interno, casi 12 por ciento es de brasileños y otro 12 por ciento de ingleses. De los cruceristas que descendieron en la Ciudad de Buenos Aires, casi 40 por ciento compró ropa; 27,4 por ciento souvenirs; 17,6 artículos de cuero; 9,5 joyas; y 5,3 discos, libros y videos, entre otros artículos.
El tango factura en todo el mundo unos 3.000 millones de dólares cada año, de los cuales 30 millones se quedan en la Argentina, la mayor parte en la Ciudad de Buenos Aires. Una de las excusas que tienen los turistas tangueros para visitar el país es el Festival Buenos Aires Tango, que se realiza cada año desde hace nueve. En la edición 2006, hubo alrededor de 175.000 asistentes, y la mitad fueron turistas. Según el Programa de Estudios de Mercado y Estadísticas Turísticas (PEMET), de la Subsecretaría de Turismo porteña, 37 por ciento de asistentes llegaron del exterior, en su mayoría de Europa y América del Norte, mientras que 10,8 por ciento arribaron del interior del país. El gasto medio diario del turista internacional fue de 363 pesos, y el de los turistas nacionales, 73,66 pesos por día. Las estadísticas indican que casi 40 por ciento de los extranjeros compraron discos, libros y videos; 37 por ciento adquirió también souvenirs; casi 33 por ciento zapatos; y más de 30 por ciento ropa de tango.
El portal msnbc.msn.com elaboró recientemente un top ten de las mejores ciudades para ir de compras, y la ciudad de Buenos Aires quedó en el segundo lugar del ranking después de Bangkok. En el informe, la Reina del Plata es considerada la ciudad más linda de América latina y se recomienda visitar los shopping de la calle Florida y de Recoleta, y comprar mucho cuero.
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