Sin que a la fecha se conozca quién conducirá el ministerio de Defensa, el saliente, Jorge Taiana dio a conocer el Libro Blanco de la Defensa 2023. En esencia un libro blanco es un documento que da cuenta de las políticas, planes y objetivos del gobierno respecto a un asunto particular en este caso, la defensa del país.
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Taiana presentó el libro blanco de la Defensa del 2023
El texto analiza los lineamientos de la política de defensa y el rol de las Fuerzas Armadas en el escenario geopolítico global y regional en el último año.

Jorge Taiana
Taiana deja a quien asuma la gestión libertaria un contenido de 236 páginas en las que expone las principales políticas llevadas a cabo en los últimos cuatro años. En el documento se analizan los lineamientos de la política de defensa y el rol de las Fuerzas Armadas en el escenario geopolítico global y regional, enuncia la política estratégica y de planificación de la Defensa Nacional a mediano y largo plazo.
El impulso para generar Libros Blancos provino de la Comisión de Seguridad Hemisférica de OEA, décadas atrás, al término de la Guerra Fría. Los propuso como una medida de fomento de la confianza mutua entre los países de la región, en el marco de la reformulación del sistema de seguridad hemisférica. En la primera Conferencia de ministros de Defensa de las Américas (1995), reunida a instancias del secretario de Defensa de EE.UU., William Perry en Williamsburg, se introdujo la cuestión de los libros blancos en un módulo del debate denominado “Transparencia y Medidas de Construcción de Seguridad y Confianza Militar”.
Fue el puntapié inicial para que las naciones del continente formularan esta herramienta en beneficio de la confianza hemisférica. El estímulo para producir los pocos Libros Blancos de Defensa que han dado a conocer los gobiernos sudamericanos, parece estar más vinculado a objetivos de política domésticos que a razones de política exterior. El producido de Taiana y sus colaboradores, en particular Francisco Cafiero, secretario de Asuntos Internacionales, acentúa la publicación de datos (reuniones, convenios, simposios, etc) tendientes a reforzar vínculos con el sistema regional. Se aboga por la recreación de un mecanismo similar (superador) de la Unasur y su Consejo de Defensa Sudamericano, ensamble que el macrismo -ahora socio del flamante gobierno LLA- había dejado sin representación institucional. Contiene apreciaciones estratégicas del tablero internacional-comercial que llamarán la atención a los funcionarios entrantes, por caso, una referida al debilitamiento de la coordinación multilateral; “La insuficiencia de mecanismos regulatorios sobre el capital financiero incrementó los impactos negativos sobre las economías domésticas, en particular la de los países en desarrollo, que en promedio destinan alrededor del 14 % de sus ingresos para el pago de los servicios de la deuda externa. De esta manera, la arquitectura financiera actual tiende a perpetuar un sistema que afecta el porvenir de muchos países de renta media y baja en el mundo, que genera consecuencias negativas en el nivel de vida de importantes sectores la población, limitando el acceso a los sistemas de educación y salud de calidad, al desarrollo de la ciencia y a los procesos de innovación y el derecho a un ambiente sano”.
El libro destaca la creación del Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF), mediante la Ley 27.565, que, como política de Estado, permite reequipar, modernizar el instrumento militar y al mismo tiempo reforzar y estimular los vínculos entre la Defensa y la producción nacional, la ciencia y la tecnología. Sobre este aspecto hay un debate político no resuelto que heredarán los libertarios acerca de cuál y qué nivel de participación deberían tener los talleres militares en actividades que van más allá del apoyo técnico a sus equipos de combate (aviones, helicópteros, buques, submarinos, tanques, etc) cuando existen empresas estatales y privadas para abarcar todo el espectro de las reparaciones y modificaciones complejas.
También menciona que “se llevó adelante una política de bienestar para el personal de las Fuerzas Armadas reflejada en la jerarquización salarial (n.r. equiparación con las fuerzas de seguridad) y en el proyecto de ley de personal militar enviado en el año 2023 al Congreso de la Nación”. Enunciado que abre interrogantes entre los uniformados porque toca a la gestión de Javier Milei cumplir con dos tramos de la jerarquización en 2024. Restan aumentos del 10% cada uno, a cobrarse en enero y en abril del año entrante. El texto subraya que Argentina es un “país bicontinental”, detalla la creación del Comando Marítimo Conjunto.
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