13 de septiembre 2016 - 00:23

Campaña Antártica en riesgo por reducción de presupuesto

• ESTE AÑO SE NECESITA UN ROMPEHIELOS QUE ATRAVIESE LAS CAPAS CONGELADAS DEL MAR WEDDELL
Fracasó licitación para alquilar buques de abastecimientos. Desde el incendio del Irízar en 2007 ya se gastaron u$s120 M en contratos con terceros.

Ajuste. El Ministerio de Defensa dispuso en abril pasado una reducción de 30% para destinar alquileres de naves y otros gastos para la Campaña
Ajuste. El Ministerio de Defensa dispuso en abril pasado una reducción de 30% para destinar alquileres de naves y otros gastos para la Campaña
 La Argentina, una vez más, sufre la ausencia del rompehielos Almirante Irízar. La suerte del abastecimiento a las 13 bases antárticas quedó en vilo, tras el fracaso de la licitación pública internacional N°40/2016 que lanzó el Gobierno para alquilar los medios navales y helicópteros destinados a la logística de la Campaña Antártica de Verano (CAV) 2016-2017.

Desde el incendio que destruyó al Irízar, en 2007, el país lleva gastados más de u$s120 millones en la contratación de terceros para cumplir con los relevos de las dotaciones, abastecer de combustible, víveres y materiales a las bases emplazadas en el continente blanco.

Walter Ceballos, secretario de Logística del Ministerio de Defensa, es la figura responsable en procurar que todas las bases del territorio antártico cuenten con los recursos necesarios para la invernada. El jefe del Estado Mayor Conjunto, general de división Bari del Valle Sosa, lo asiste en la ejecución del operativo de despliegue y cumplimiento del apoyo logístico.

Este año, amén del buque polar que habitualmente lleva el grueso de la carga, se debe arrendar un rompehielos para penetrar las capas congeladas del mar de Weddell y alcanzar la base general Belgrano II, ubicada muy cercana al polo.

El 24 de agosto pasado, en el Ministerio de Defensa, se procedió a la apertura de sobres: hubo 4 oferentes, Meihuizen International, Trade Baires International, Assine SA y Témpanos Argentinos. Todos quedaron fuera de concurso, unos por no cumplir con requisitos técnicos y de garantías y otros porque su cotización excedió en largo el presupuesto previsto por Defensa.

De todos ellos el único que cumplió con cada punto y coma de las exigencias del pliego de condiciones fue el archiconocido oferente de los barcos rusos, Carlos Bertino. Es representante de Trade Baires International, empresa que lleva ganadas 6 campañas consecutivas con el buque polar Vasily Golovnin y el rompehielos Kapitan Dranitsyn. Esta vez el zar de las naves rusas no acertó: su oferta económica de más de u$s25 millones superó los casi 20 que había previsto y ordenado el secretario Ceballos como tope para la contratación. En 2014 el servicio de las naves rusas costó al país u$s 24.710.000. Extrañó a muchos que Bertino, -ambicioso operador en el rubro que hasta emprendió una cruzada en la justicia contra el entonces ministro Arturo Puricelli porque lo sacó de carrera y seleccionó en su lugar a la firma Assine para la campaña de 2013-, haya errado en la cotización. Claro, es probable que no contara con un dato: el 29 de abril pasado el secretario Ceballos ordenó por escrito una reducción de "los Montos Preventivos para ser agregados al expediente de la Contratación de Alquiler por Tiempo de medios navales y aéreos para la Campaña de Verano 2016-2017", la cifra importa un recorte del orden del 30% en comparación con los montos de licitaciones anteriores.

En el memorando dirigido a Marcos Ochoa, subsecretario del Servicio Logístico, Ceballos detalla qué cantidad debe tenerse en cuenta como tope presupuestario para cada uno de los renglones de la licitación y deja sin efecto las cifras anteriores establecidas en un documento fechado el 28 de marzo. La oferta económica de la firma sudafricana Meihuizen International es la que más se aproximó a los valores presupuestarios sugeridos por Ceballos en el memo interno del 29 de abril. No le alcanzó. Los medios navales (el rompehielos Agulhas) y aéreos de la empresa radicada en Cape Town, aunque aptos, no reunían certificaciones y habilitaciones exigidas por la normativa local. Ahora se abre un tenso compás de espera. El trámite administrativo prevé un nuevo concurso cuya ejecución demandaría al menos 3 meses siempre que no haya impugnaciones cruzadas entre oferentes. El escenario abre la vía para echar mano al recurso de la contratación directa "por Urgencia" una salida legal pero que huele a parcialidad.

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