7 de octubre 2016 - 08:07

“Si Macri quiere, hay Malcorra para rato”

Susana Malcorra
Susana Malcorra
  "Hasta ahora tuvieron una Canciller part-time. Ahora pónganse los cascos porque van a tener una Canciller full time y van a tener que trabajar mucho". El mensaje lo dio ayer la propia Susana Malcorra en el ambiente en que se siente mas cómoda: el Palacio San Martín donde se reunió todo el cuerpo de Relaciones Exteriores para brindar por el Día del Diplomático.

La Canciller se relanzó así después de la derrota en la carrera por la Secretaría General de la ONU con tal entusiasmo que hubo en ese salón quienes pensaron para ella hasta una candidatura para las elecciones del 2017.

El evento le sirvió para agrupar fuerzas, hacer anuncios propios de los temas que le interesan a embajadores y funcionarios; una "fiesta para la familia" de la Cancillería con la que deberá seguir lidiando.

Malcorra es directa en sus mensajes. Lo probó cuando en Nueva York hace unos días tuvo que salir a arreglar los entuertos presidenciales sobre el tema Malvinas (tema del que ayer volvió a hablar) y sabe claramente como impactar en cada receptor que pretende que reciba su discurso. Ayer no se salió de esa regla.

A los diplomáticos presentes les anunció lo que es el manjar máximo que espera cada año la casa: el envió al Senado de la lista con "páginas y páginas" de ascensos y promociones. "Esperemos una rápida aprobación", les dijo a los presentes.

Hubo una escala en ese mensaje para reforzar el espíritu de toda la tropa destinado a la situación del país, Allí recordó que la pobreza es de 34 % y hay mucho que hacer por delante.

Entre aplausos luego proclamó: "Si Macri quiere hay Malcorra para rato", dijo mientras seguía el brindis con champán para acompañar un salmón a la altura de las circunstancias.

Para los entendidos, la Canciller tocó temas en el mensaje que raramente se hablan en público en la diplomacia. Es el estilo que inauguró hace tiempo Malcorra. Por ejemplo, analizó lo que casi con gracia llamó "temas menores" como son los traslados, destinos y ascensos. Es decir, los "temas mayores" de los pasillos de la Cancillería. Y hasta habló del seguro médico que tienen los diplomáticos en el exterior y que hay que mejorar: "es una vergüenza", dijo. Todos cerraron filas detrás de ella y logró así despejar fantasmas al punto que se dio el lujo de meterse en la interna, como cuando se quejó (en tres ocasiones) de "los rumores, lo que se dice por ahí, de que no voy a ser más Canciller".

Otro imperdible del discurso: "Foradori (el vicecanciller) no esta aquí porque esta con el presidente, no por lo que se rumorea en los pasillos". El tema que se rumorea en los pasillos es la sucesión de cortocircuitos que tiene esa relación. El último involucró también Malvinas.

Comparado con el martes, ayer fue un día de reivindicación para la Canciller. Mas temprano Macri la había relanzado en la Cancillería: "Tener una persona que pueda presentarse y recibir el apoyo de muchísimos países y competir hasta la última nota con chances de serlo, es algo que dice que tenemos con qué, que somos capaces, que sí se puede", dijo y hasta la comparó con la selección nacional de fútbol.

La UCR también se habían encolumnado: "Es un orgullo tener una canciller que es una figura internacional y que estuvo considerada para liderar la ONU", dijo oficialmente el Comité Nacional. Ningún integrante del gabinete había tenido hasta ahora semejante reivindicación.

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