Los productos biológicos llegaron con fuerza a la agricultura moderna y si bien no reemplazan a los de formulación química, pueden ser un gran complemento en la producción de alimentos, especialmente en categorías en las que la sustentabilidad implica diferenciación y al mismo tiempo un premio económico.
El contexto global podría afianzar el uso de productos biológicos
La suba de precios en materias primas y la necesidad de generar alimentos más saludables lograrían acelerar la incorporación de insumos amigables con el medio ambiente.
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Un documento reciente elaborado por el ing. agr. Martín Díaz Zorita -docente e investigador en la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de La Pampa- y promovido por la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (CASAFE), advierte que “la producción agropecuaria demanda constantemente más formas naturales. Hoy disponemos de productos biológicos para mejorar la nutrición, el crecimiento de las plantas y para reducir la incidencia de plagas, enfermedades y malezas”.
Los productos biológicos contienen organismos o compuestos orgánicos con acción específica sobre las plantas y se convierten en un aliado de quien busca potenciar el desarrollo de un cultivo e inclusive agregar valor a su producción.
En diálogo con Ámbito, Díaz Zorita destacó que el uso de biológicos avanza de manera dispar, con mayor penetración en producciones con sistemas intensivos y de alto valor, y menos generalizado en planteos extensivos.
Según Zorita, “el interés es creciente y responde a la valoración de la complementariedad de estos productos en planteos tradicionales de producción o su necesidad para mejorar, en ambos casos, la eficiencia de crecimiento y producción de cultivos. Además, parte de este crecimiento está asociado a su buena aceptación publica ligado a su origen y a la menor o prácticamente nula residualidad”.
La producción agropecuaria recibió durante años duros cuestionamientos por la forma en la que se llevan a cabo los procesos productivos y si bien es probable que la aceptación de errores podría haber frenado el avance de algunos sectores radicalizados de la sociedad que mantienen la idea de que un productor es poco menos que un “envenenador”, la realidad es que desde hace años el sector en su conjunto promueve no sólo buenas prácticas agrícolas sino que además la ciencia y la tecnología juegan en favor del aumento de la productividad al igual que lo hacen por el cuidado del medio ambiente y de los recursos naturales. En este sentido, la adopción de insumos biológicos nos marca que éste puede ser un camino que nos lleve a reducir aquellos cuestionamientos.
En transición
Por eso, el uso de los insumos biológicos avanza a paso firme. Gisella Santella, responsable de la unidad de BioProcesos y Fisiología Aplicada para América Latina de la empresa Novozymes, aseguró en diálogo con Ámbito que “se está transitando una nueva era de transformación en las prácticas agrícolas y existe un fuerte trabajo en relación con el cuidado de los suelos, la no contaminación y la reducción de productos químicos y tóxicos. Hay una necesidad de inclusión de prácticas sustentables que garanticen resultados benéficos sobre los cultivos pero que, simultáneamente, protejan al ambiente y los usuarios. En este sentido los productos biológicos son una herramienta fundamental porque utilizan microorganismos tomados del ambiente como principio activo para producir una respuesta beneficiosa en el cultivo. Los biológicos son, por definición, sustentables”.
En el contexto actual, se genera una gran oportunidad para el uso de los biológicos. Dardo Lizarraga, gerente general de DVA y profesor titular de Agronegocios en el ITBA, explicó a este medio que “la suba de precios de los químicos tradicionales acelera estos procesos de transformación, cataliza la simbiosis que se da entre investigación, desarrollo, producción, comercialización y uso a campo. Y una vez que el uso sea más difundido, disminuirá los costos y permitirá que cada día mas agricultores tengan acceso y adopten estas herramientas”.
En este sentido, Osvaldo Barreiro, gerente de Ventas y Marketing de Helm Argentina, detalló que ”la necesidad de mejorar la rentabilidad del productor, la sustentabilidad de la agricultura y de conseguir una cadena de suministro de alimentos más saludable. A estos temas se agrega que en los últimos tiempos la naturaleza ha ido superando a la ciencia con foco en la química, es decir hay varios ejemplos de resistencias y/o tolerancias en plagas, enfermedades y malezas a los químicos que la ciencia no ha logrado detener. Por otra parte, la ciencia biológica a través de la biotecnología y nuevas técnicas de la biología molecular aportaron nuevas soluciones y mejoran o iguales a los químicos.
Díaz Zorita aseguró que “en la medida que los productos biológicos aporten mejoras medibles sobre los propósitos de sus usos, crecerán en su incorporación en los planteos productivos. Es dudoso que se consoliden como un remplazo de otras prácticas pero sí que contribuyan a mejorar integralmente en los cultivos a la eficiencia de crecimiento y de uso de recursos disponibles, naturalmente o aportados por productos específicos”.
Precios altos
Quienes tienen una oportunidad latente son las economías regionales. Según Alfredo Ferzzola, gerente comercial de SpeedAgro, “el mercado de biológicos es interesante para los cultivos intensivos o semi extensivos que van directo al consumo, como por ejemplo la papa, la vid, el tomate o los pimientos”. Ferzzola destacó que “los altos precios actuales llevan a que se usen fertilizantes foliares como el boro, que puede mejorar la floración; el potasio, el calcio, que pueden generar cáscaras más duras en las frutas; manganeso y zinc, que si bien son micro nutrientes, faltan en los suelos de la Pampa Húmeda y por eso ya se utilizan en trigo y maíz. Creo que el productor debería escoger productos biológicos, bioestimulantes y nutricionales más amigables con el medio ambiente en lo que es alimentos de consumo humano y en lo que es extensivos incrementar el uso de foliares nutricionales. Para el caso de los bioestimulantes, gracias a los altos precios del los cereales hay una gran oportunidad para tener rendimientos extras”.
El nuevo panorama global invitará a muchos agricultores a revisar sus planteos productivos. Tanto Gisella Santella como José Luis Francica, quien se desempeña como gerente Comercial en Novozymes, coinciden en que “la suba de precios acompañada de la falta de abastecimiento que se está observando en los productos químicos puede representar una oportunidad para que más productores se animen al cambio, ya que los biológicos de calidad y bien aplicados garantizan excelentes resultados nutricionales para el cultivo”. Ahora el desafío de la industria pasa por construir entre todos un futuro sostenible.
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