11 de diciembre 2023 - 00:00

Un panorama de moderado optimismo

3 El mercado de la construcción no fue una excepción y obtener cotizaciones en diversos rubros fue, durante gran parte del año una tarea titánica. Y si a estas variables se le suma que tuvimos una oferta política disruptiva, el año que te termina se resume en un solo concepto: incertidumbre.

El mercado inmobiliario de barrios cerrados, por su parte, corrió una mejor suerte y tuvo una performance de ventas para nada despreciable en relación a su desarrollo histórico. Y esto, probablemente, obedece a un proceso de cambio más profundo que se dio a partir de la pandemia, donde como individuos hemos sido inducidos a analizar nuestros valores y a repensar nuestras prioridades en la vida.

En esa búsqueda de mayor bienestar y disfrute, las localidades en áreas suburbanas como Ezeiza, Tigre, San Vicente, Pilar o Hudson, por nombrar algunos, se vieron rápidamente invadidas por miles de familias buscando mudarse a esa nueva vida, de aire fresco, deportes, naturaleza y sin la contaminación y el encierro de la ciudad. Hoy, esa tendencia, continúa.

También creo que, después de 40 años de democracia, los argentinos hemos aprendido a tomar decisiones de vida en función de nuestras necesidades y posibilidades, y “a pesar” del gobierno de turno. Así fue como a pesar de todas las noticias que nos abrumaban en los diarios las ventas acompañaron nuestro segmento del mercado.

Con las cartas echadas y Javier Milei como flamante presidente, el próximo año se presenta, nuevamente, con ciertos sentimientos de preocupación e incertidumbre. Asumiendo esto, me siento moderadamente optimista y hasta vislumbro un año más productivo que el que estamos despidiendo. Con más dólares producto de una campaña agrícola ya sin sequía; un posible acuerdo con el FMI y la puesta en marcha del gasoducto que permitirá alcanzar el autoabastecimiento energético, las expectativas no deberían ser tan bajas, más allá de la alta inflación.

En cuanto al mercado inmobiliario suburbano, el sector sigue teniendo una demanda constante, manteniendo la tendencia de organizar la vida laboral en función de donde pueden vivir y no al revés. Esto, al menos, es lo que se percibe desde los clientes que nos visitan en nuestros emprendimientos. La gran asignatura pendiente para el mercado son los créditos hipotecarios. Claro que, para poder tener créditos es indispensable controlar la inflación, uno de los mayores desafíos del nuevo gobierno.

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