18 de marzo 2019 - 00:00

Charlas de quincho

Asado imperdible en el conurbano, donde hombres del mercado se ejercitaron sobre el enigma del momento: la candidatura de Cristina. También informe clave ante el Congreso. Despedida de diplomática aportó datos sobre agenda monárquica. Muestra del campo reveló cambios en internas varias. P. 2

Despedida. Ricardo Gil Lavedra, Jorge Enríquez, Archie Lanús y la embajadora de carrera Elena Leticia Mikusinsky, a quien en el Estrugamou despidieron por su pronta partida a Ucrania. 
Despedida. Ricardo Gil Lavedra, Jorge Enríquez, "Archie" Lanús y la embajadora de carrera Elena Leticia Mikusinsky, a quien en el Estrugamou despidieron por su pronta partida a Ucrania. 

La partida de Cristina de Kirchner a Cuba dejó más ruido, por ahora, que definiciones o certezas sobre su futuro. Ningún peronista que tenga algún poder de decisión apura hoy una sentencia sobre lo mucho que se ha dicho en medios el fin de semana con relación a que no se presente como candidata presidencial. Lejos de eso, los peronistas ven en la puesta en escena de su viaje una ratificación de esa candidatura. “¿Por qué Cristina decidiría bajarse? ¿Cuál es la razón objetiva para que lo haga?”, insiste uno de los cuatro de la foto de ese peronismo alternativo. En todos los quinchos del fin de semana (sobre todo, en un asado con hombres del mercado en Martindale, donde hubo casi una maratón hacia la parrilla para hacerle honor a una novedosa receta para asar mollejas que estrenó el dueño de casa) la pregunta fue la misma: ¿va a ser o no candidata? Es obvio que el tema no es menor y que divide la realidad, pero en todo esto hubo hasta ahora más novela que realidad. Por ejemplo, mientras algunos ven indicios de un retiro negociado en el video de despedida de Cristina hacia Cuba, en el kirchnerismo no hay más que protestas por la factura de esa pieza cinematográfica que quedó en manos de Tristán Bauer y que no hace otra cosa que desnudar la estrategia política que hay detrás de esa cinta. El abuso sentimental de las imágenes, tonos de voz, luces y tiempos deschava el estilo Cristina en campaña que siempre caracterizó a sus puestas. En esto Eduardo Valdés, vocero de hecho de la expresidenta, pasó de quedar como un errático relator de lo que sucedía (con teorías varias sobre la salud de Florencia Kichner) a pieza clave para sembrar la confusión necesaria que reforzara el relato. Para el kirchnerismo más cerrado, Cristina debió sólo enviar un mensaje por redes anunciando su partida por razones de salud y victimizándose por la persecución judicial, pero sin tanta factura dramática. Fue esa trabajada producción, dicen, lo que pone en evidencia que nada cambió en la cabeza de Cristina sobre su futuro y lo ven como un error de cálculo. En el Gobierno, es obvio, miraron con extrañeza y hasta pánico todo ese movimiento, pero rechazando siempre la chance de un retiro de Cristina de la candidatura. De eso se habló el fin de semana casi sin excepción y también de los tiempos para que se revele toda la historia. En una semana la expresidenta debería estar de vuelta si los plazos se mantienen como fueron informados a tribunales. En el PJ hay silencio, pero miran con desconfianza todos los análisis que se leyeron en medios durante el fin de semana. En esas mismas mesas se habló con preocupación de la citación que la Comisión de Finanzas de Diputados le hizo a Javier González Fraga, presidente del Banco Nación, para que vaya a informar sobre la situación de liquidez de esa entidad. A ese banco quieren llevar como vicepresidente a Lucas Llach, una decisión que apoya Marcos Peña, mientras que Gustavo Lopetegui prefiere a Marcelo Pose, a quien le reconoce un exitoso paso por la Casa de Moneda.

Mientras todos miraban la crisis de Cambiemos en Córdoba, otra definición pendiente atenta contra la tranquilidad en el Gobierno. En la Capital Federal la elección de los senadores cruza justo por el medio de otra interna fuerte como es el liderazgo de Horacio Rodríguez Larreta y el resto del PRO. Macri y el jefe porteño quieren colocarlo allí a Martín Lousteau para terminar de sellar la paz en Cambiemos en la Capital Federal (también se sacan de encima esta aventura radical de forzar una PASO presidencial). Elisa Carrió, con la que nadie quiere conflictos en la Capital porque la paz con Larreta y Macri pasa por uno de sus mejores momentos, quiere colocar allí a Fernando Sánchez. Pero en el medio queda Federico Pinedo, que le prestó invaluables servicios a Macri en el Senado y que además pelea por una banca para Pablo Tonelli en Diputados. No hay lugar para tres ya que el oficialismo se lleva dos senadores y para peor tampoco esta cerrado que Carolina Stanley no sea necesaria como candidata en la campaña. Gran final abierto allí.

En el emblemático Estrugamou, edificio destacado de la Ciudad de Buenos Aires, el embajador Archibaldo “Archie” Lanús le hizo una despedida a la embajadora de carrera Elena Leticia Mikusinsky, ahora con destino en Ucrania. El ágape, ecléctico por cierto, reunió desde modelos como Evelín Scheidel y Mora Furtado al modisto Jorge de la Cruz, la jujeña Cristina Guzmán, el embajador Ucraniano Yuri Dudin (muy interesado con los varios empresarios presentes), o a la artista plástica Nora Iniesta. Pero, entre bocaditos y despedidas, los más acosados esa noche resultaron los radicales Ricardo Gil Lavedra y Jorge Enríquez, que se las vieron en figurillas para tratar de explicar la interna de Cambiemos en Córdoba. Y, aunque ambos son abogados, y políticos de larga data, lo lograron a medias. Como en todo encierro de diplomáticos se habló allí del mes monárquico que está teniendo Mauricio Macri y que va a llegar al clímax en una semana cuando aterricen en Buenos Aires los reyes Felipe y Letizia de España para inaugurar el Congreso de la Lengua. Esa visita es clave para el Gobierno y está siendo organizada desde hace un año, pero ahora multiplicó su utilidad. Los reyes españoles no están por estos tiempos en el tope de la popularidad mundial, sobre todo porque la reina se ha transformado en un personaje menos simpático que en otros tiempos, pero su influencia aún rinde más de lo imaginado para un Macri que tiene que mostrarse más abierto al mundo que nunca, política que lo diferencia con creces de Cristina de Kirchner que no sólo ejerce, sino que demostró cuando fue presidenta, una mirada neta hacia adentro del país. Felipe y Letizia llegarán el 24 y se quedarán por unos días en el país en visita de Estado, es decir, a toda pompa y con reuniones múltiples con el Congreso, la Corte y hasta opositores. El 27 viajarán a Córdoba junto a Macri para inaugurar allí el Congreso de la Lengua y habrá foto esencial para el Presidente con los reyes y Juan Schiaretti, que este fin de semana le comunicó al PJ amigo que no será precandidato en una PASO. Todas las imágenes que se verán ese día tendrán impacto en la interna de Cambiemos. Ramón Mestre también recibirá a los invitados, como alcalde de la ciudad anfitriona y Mario Negri estará en primera fila. Y Schiaretti, que fue y es aliado real de Macri desde 2015 cuando sus votos lo pusieron en la presidencia, estará en el medio de esa puesta real.

Macri agro
Agro. En la muestra Mauricio Macri
Agro. En la muestra Mauricio Macri "se emocionó" una vez más por el país, mientras Daniel Pelegrina y Dante Sica vigilaban la escena.

Entre tanta movida política, se habló bastante en varios quinchos sobre la reunión “Discutiendo Buenos Aires” que se va realizar en el CEMA el jueves que viene a partir de las 17 y que promete una cantidad de datos inéditos sobre gastos y presupuesto de uno de los distritos más importantes del país. Es que la lista de oradores, entre los que figuran especialistas desde Roberto Cachanosky, Alejandro Fargosi, pasando por Manuel Solanet, y que va a ser cerrada por el exministro Ricardo López Murphy, muy consultado últimamente, y sobre quien hay muchas especulaciones por su futuro político. Hasta ahora, el exradical y exsocio de Mauricio Macri en la formación del PRO sigue sin pronunciarse y apenas se arroga el rol de “coordinador” de distintas vertientes liberales que están surgiendo.

Tan de moda se puso el campo en esta etapa de proselitismo electoral que hasta Máximo Kirchner, vástago de dos de los presidentes que más se enfrentaron con los productores, aprovechó un almuerzo de campaña en Cañuelas, este sábado, para arengar (obviamente) en contra de Mauricio Macri. Lo más llamativo, sin embargo, fue un ensayo de autocrítica respecto a la política llevada a cabo por sus progenitores que, según él, no diferenció a “los pequeños de los grandes productores”, lo cual es cierto porque los trataron a todos igualmente mal, al punto que en esos 12 años se llegaron a perder cerca de 12 millones de cabezas de hacienda (casi un cuarto del rodeo), y el trigo llegó a su piso histórico de siembra debiéndose recurrir a las importaciones (2013). La elección del tema por el adelgazado miembro del clan Kirchner, y actual titular de La Cámpora y diputado nacional no fue casual, sino una respuesta a la peregrinación de funcionarios y candidatos que recorrieron una muestra en Baradero, y que obligó a todos a hacer declaraciones en favor de un sector que aporta más en impuestos que en votos, pero por estos días, ningún aporte es despreciable. Así, hasta Roberto Lavagna, ya con zapatos con cordones, fue uno de los que se trepó a una cosechadora, aparentemente sin recordar cuando mandó a la gente de campo a “crear un partido político, y votarse”, si no estaban de acuerdo con su política, cuando era ministro de Economía de Néstor Carlos Kirchner en 2004-2005. Lo más llamativo, sin embargo, fue que recibió un trato algo más entusiasta que el propio Mauricio Macri que sigue ensayando, por estos días, discursos más enfáticos, con distintos tonos de voz y, que teniendo en todo momento muy a mano al ministro bonaerense del área, Leonardo Sarkis, hasta se acercó la famosa “La Matera” del fallecido Jerónimo “Momo” Venegas, considerada como “tierra muy amigable”, aunque se dice que a su sucesor, Ramón Ayala (que arengaba por “20 años más de Macri”), las cosas se le están complicando, tanto por el lado de divisiones en el otrora monolítico UATRE, como por algunos desórdenes impositivos. Pero ni siquiera la gobernadora, María Eugenia Vidal, se pudo abstraer de la “onda verde”, a pesar de que el campo no es su principal debilidad, y hasta se tuvo que quedar a dormir en Baradero tras una cena, para poder ser el centro de las fotos a la mañana siguiente.

Grey
Agro. Fernando Grey también caminó esos stands junto a Gustavo Arrieta de Cañuelas.
Agro. Fernando Grey también caminó esos stands junto a Gustavo Arrieta de Cañuelas.

A nadie le fue mal ahí. Ni siquiera al extitular de Agricultura y exgobernador bonaerense, Felipe Solá, único kirchnerista confeso que se animó a recorrer la muestra sin recibir mayores adhesiones, pero tampoco fuertes críticas. La indiferencia de los productores fue lo saliente, mientras se sucedían las recorridas en cochecitos eléctricos de los ministros Rogelio Frigerio, Guillermo Dietrich y Dante Sica, hasta los candidatos Omar Perotti, Juan Manuel Urtubey, o el gobernador Miguel Lifschitz, entre otros varios, que aprovecharon la cantidad de periodistas de buena parte de las provincias. También se vio a varios intendentes del PJ por allí, hoy muy demandados, que prefirieron moverse todos juntos encabezados por el presidente del Partido Justicialista bonaerense, Fernando Gray, quien afirmó que “estamos proponiendo nuevas ideas para proyectar políticas públicas que sean verdaderas políticas de Estado para todo el sector agropecuario”. “El campo es muy importante porque un tercio de nuestra población es rural”, sostuvo Gray, acompañado por los intendentes Gustavo Arrieta (Cañuelas, el mismo que recibió el sábado a Máximo y que decidió acoger en su distrito al nuevo Mercado de Liniers); Santiago Maggiotti (Navarro); Walter Torchio (Carlos Casares), y el diputado provincial (MC) Dario Duretti. Por supuesto que ninguno de ellos hizo referencia a los 13 años transcurridos desde el cierre de las exportaciones de carne por parte de Néstor en 2006, ni a los 11 años del intento de retenciones móviles con la Resolución 125 por parte de Cristina, también en marzo, pero de 2008. Ajenos a casi todo esto, los productores se enfrascaron en ver las ofertas que, tanto las empresas de maquinarias como especialmente los bancos, decidieron concentrar ahí, y que no fueron pocas, sobre todo de bancos como el Ciudad, el Provincia y el Nación, aunque también privados como el Galicia lograron una interesante demanda de créditos, tanto para la compra de este tipo de bienes de capital para la producción, como para prefinanciaciones de comercio exterior.

Vamos a terminar con un chiste de emprendedores.

Joaquín, un hombre elegante de mediana edad, es jefe de sección en una empresa y un día sufre un terrible accidente al salir de su trabajo. Las escaleras están mojadas, sin señal alguna que así lo informe, de modo que después de deslizarse y caer engancha su cabeza en un pasamanos filoso, y pierde ambas orejas. Luego del juicio laboral, la empresa lo indemniza con una suma elevada que le permite comprar una pequeña firma de hardware y software, aunque poco después descubre que él no tiene ni la menor idea del management; entonces, decide contratar a alguien para que lo asesore.

Es así que Joaquín comienza las entrevistas laborales, y el primer candidato es un hombre con experiencia en la materia. Al cabo del examen que él mismo le toma, termina con una pregunta:

--Dígame, ¿usted nota algo especial en mí?

--Y bueno, sí... --dice el candidato--. Es imposible dejar de ver que usted no tiene orejas.

Furioso, Joaquín lo despide en el acto por su falta de tacto.

La siguiente candidata es una mujer, que rinde una prueba igualmente satisfactoria. Sin embargo, Joaquín termina con la misma pregunta:

--Dígame, ¿usted nota algo especial en mí?

--Pues... --dice tímidamente la mujer--, usted no tiene orejas.

Una vez más, Joaquín se ofende y la despide de la misma forma.

El tercer y último candidato resulta el mejor de todos. Es un joven, recién egresado de una universidad privada, con un enorme conocimiento de negocios y computación. Joaquín se entusiasma con su perfil pero no puede evitar la pregunta fatal:

--Dígame, ¿usted nota algo especial en mí?

--Claro que sí --responde en el acto y con firmeza el joven--. Usted usa lentes de contacto.

Joaquín se sorprende:

--¡Estupendo! --responde--. ¿Cómo hizo para darse cuenta?

A lo que el joven responde:

--¿Y de dónde te vas a colgar anteojos?

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