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No obstante, Williams reconoció que en las últimas semanas el precio de la carne subió entre "un 5 y un 7 por ciento" en el mostrados, para el consumidor final.
Y sostuvo que aún es "poco" el aumento que se registró en comparación con las "muchas presiones" del mercado, que amenaza con un paro para evitar que bajen los precios, lo cual "sigue distorsionando" el valor real del producto.
Explicó que el aumento alcanzó sólo el 7 por ciento porque los carniceros decidieron mezclar equilibrar los nuevos precios con los que habían pagado por las carnes que tenían en stock, para equilibrar el valor y evitar una caída en las ventas.
Consideró además que los cortes más populares "se van a mantener", aunque no descartó que se vayan a producir "problemas" para el consumo diario de las carnicerías y de supermercados.
Pronosticó que para las fiestas de fin de año, el asado estará entre 17 y 19 pesos; el pesceto en entre 25 a 27 pesos; aunque consideró que "lo más normal sería que no hubiera aumentos".
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