8 de enero 2003 - 00:00

Cayó 6% valor de las exportaciones

Cayó 6% valor de las exportaciones
A pesar de la devaluación, el valor de las exportaciones en los primeros diez meses de 2002, en relación con el año anterior, no sólo no se elevaron, sino que en total sufrieron una baja de 6%. Ello explica que no es suficiente mejorar el tipo de cambio. Es tan importante como éste, la previsibilidad, el mantenimiento de reglas claras y un horizonte jurídico claro. De hecho la inseguridad jurídica es consentida por las instituciones encargadas de evitarla, los inversionistas tienden a retraerse frente a expectativas negativas sobre el futuro. Persuadidos de la falta del estado de derecho, sus comportamientos sesgan hacia el oportunismo y la evasión de sus responsabilidades económicas frente a la sociedad.

La caída experimentada en el valor de las exportaciones es atribuida, en general, a la baja en los precios a los que fueron comercializados los productos exportados. Esto es así, en el caso del rubro de combustibles y energía cuyo valor tuvo una depreciación considerable. Pero no resulta igual, para el caso de los productos primarios cuya variación de precios es poco representativa. La realidad es que la baja se da por la disminución en las ventas de commodities agrícolas durante los meses de poscosecha, fundamentada en la ausencia de un horizonte más o menos previsible. La posibilidad de guardar (mediante los silos bolsas) en el campo o en los plantas de acopio fue un elemento decisivo a la hora de demorar las ventas. En oleaginosas la baja es de 9% y en cereales de 15%. Estas bajas no son producto de una reducción en la producción sino básicamente de una mayor retención en el campo. La realidad es que, en materia de granos, una vez restablecidas las reglas mínimas para la actividad económica, esto es aproximadamente en mayo-junio pasado, el sector volvió a invertir con la misma fuerza de años anteriores. Por ello, hoy ya comenzada la cosecha de la nueva campaña, la Argentina se halla con un importante stock granario que le asegura una fluida oferta de divisas.

• Balanza

Pero este cuadro no es igual para otros subsectores como el de la pesca que registra una caída violenta (-30%), hortalizas (-22%), frutas frescas (24%) y productos de la molinería (19%). Lo que resulta impactante es el crecimiento en el saldo de la balanza comercial de la mano de las importaciones cuyo valor muestra una caída de 59%, debido fundamentalmente a la reducción en las cantidades importadas (-56%), como consecuencia de la contracción económica interna y el tipo de cambio elevado.

Esta paradójica caída está sustentada en las menores ventas al Mercosur (-27%) y, en menor medida, en las reducciones en las exportaciones hacia el bloque de ASEAN y otros países del Lejano Oriente (-6%) y al Medio Oriente (-4%). Atenuando la baja general, se registra un aumento en las exportaciones dirigidas la Unión Europea (12%) y el NAFTA (4%). Las ventas a la Unión Europea se destacan, principalmente, por el aumento registrado en Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA), especialmente de residuos y desperdicios de la industria alimentaria, grasas y aceites y carnes. Como puede apreciarse, no es el aumento en el tipo de cambio la solución mágica. Los problemas son más complejos y requieren ser atacados en sus raíces.

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