25 de mayo 2025 - 00:00

La carne Angus Argentina busca liderar el nuevo boom global de carnes premium

La demanda asiática, el retroceso de EE.UU. y la fuerza de las certificaciones abren una oportunidad histórica para la carne Angus Argentina.

La carne vacuna Angus certificada emerge como una de las mayores oportunidades estratégicas para los países productores.

La carne vacuna Angus certificada emerge como una de las mayores oportunidades estratégicas para los países productores.

En un contexto marcado por restricciones de oferta, conflictos comerciales y un cambio profundo en los hábitos de consumo global, la carne vacuna Angus certificada emerge como una de las mayores oportunidades estratégicas para los países productores. Así lo destacaron analistas y referentes internacionales durante el Fórum Mundial de Angus 2025, celebrado en Brisbane, Australia, donde se delinearon los ejes que configuran el nuevo escenario para las carnes premium.

Estados Unidos, uno de los mayores proveedores globales de carne vacuna, atraviesa el inventario bovino más bajo en más de seis décadas, con solo 86,7 millones de cabezas. Esta caída estructural redujo drásticamente su capacidad exportadora, especialmente hacia Asia. China, Corea y Japón comenzaron a suplir esa falta de producto con compras desde Australia. En este esquema de “backfilling”, Argentina aparece como un actor con enorme potencial, gracias a su genética Angus consolidada y a su modelo productivo basado en la alimentación pastoril.

En cuanto a esta situación, Javier Martínez del Valle, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Angus, aseguró que “estamos frente a un fenómeno que no se veía hace 25 o 30 años: los principales jugadores están atravesando simultáneamente un proceso de retención de vientres, lo que reduce la faena y, por ende, la oferta mundial. Esto eleva los precios internacionales y abre una oportunidad histórica”.

El motor de este cambio no es solo la escasez de oferta, sino la reconfiguración del consumo global. Según las proyecciones presentadas en el Fórum, para 2030 cerca del 65 % de la población mundial será de clase media, y el 90 % de ese nuevo ingreso social se concentrará en Asia. Países como China, India, Vietnam y Filipinas están protagonizando un ascenso económico que modifica profundamente los hábitos alimentarios.

Martínez del Valle destacó este punto con claridad: “Los hijos de quienes salieron de la pobreza en las últimas décadas ahora ingresan a la clase media. Este fenómeno se llama premiumización: ya no solo quieren carne, sino carne de calidad superior”.

Además, explicó que este cambio también responde a la westernización, una tendencia donde los consumidores asiáticos imitan patrones de consumo occidentales. “Compran whiskies escoceses, vinos de alta gama y ropa de lujo. Y dentro de esa lógica, la carne Angus tiene una percepción premium que Argentina puede aprovechar”, afirmó.

carne asado - Rufino - Costillar del centro de 1 kilo.jpg
Argentina, con su reputación histórica en carnes y su genética consolidada, tiene el potencial para aprovechar esta oportunidad que abren los cambios en el mercado global de carnes.

Argentina, con su reputación histórica en carnes y su genética consolidada, tiene el potencial para aprovechar esta oportunidad que abren los cambios en el mercado global de carnes.

Certified Angus Beef y la aparición de un nuevo consumidor

El programa estadounidense Certified Angus Beef (CAB) es un caso exitoso de cómo una certificación bien construida puede transformar un producto en una marca global. Más del 22% de las medias reses procesadas en EE.UU. corresponden al programa, que exige estrictos estándares de marmoleo, terneza y madurez animal.

Martínez del Valle remarcó el poder de la marca Angus: “Hoy como marca internacional Angus es de las primeras del mundo; es gestión en red entre frigoríficos y productores de todos los continentes. Factura más de 4000 millones de dólares anuales, más que Coca-Cola. Y no hay otra marca de carne que le compita en el mundo”.

Argentina, con su reputación histórica en carnes y su genética consolidada, tiene el potencial para replicar una estrategia similar. “Australia produce carne con genética americana. No tiene un concepto propio. Nosotros sí: la carne argentina tiene un sabor, una historia y un modelo de producción diferente, eso es lo que debemos comunicar”, señaló el directivo.

Por otra parte, el crecimiento de la Generación Z, con un enfoque más crítico hacia el consumo de carne, representa un desafío clave. “Les preocupa el medio ambiente, el bienestar animal y el impacto de lo que consumen. Ya no alcanza con hablar de calidad. Hay que comunicar mejor qué significa producir carne en la Argentina”, advirtió Martínez del Valle.

Entre las prioridades del sector, subrayó la necesidad de hablar con base científica. “Por ejemplo, diferenciar el impacto del metano —que se disipa en una década— del dióxido de carbono, que permanece siglos en la atmósfera. La desinformación es un problema y debemos combatirla con argumentos científicos”, sostuvo.

En esta línea, también apuntó a la eficiencia productiva como estrategia de sustentabilidad. “La vaca es menos eficiente que el pollo o el cerdo, pero trabajamos en líneas que permiten más rendimiento con menos consumo. Eso mejora los márgenes y también el impacto ambiental”, agregó.

La gran oportunidad argentina

Según Martínez del Valle, el fenómeno cíclico de retención de vientres en EE.UU., Canadá, Australia y Brasil podría prolongarse por varios años, lo que mantendría altos los precios internacionales y abriría una ventana comercial sin precedentes. A esto se suman las consecuencias de la guerra de aranceles impulsada por Donald Trump, que ya está provocando la reconfiguración de socios comerciales en Asia.

China, Japón, Corea y el sudeste asiático están revaluando a sus proveedores. El mundo necesita carne premium con identidad, trazabilidad y una historia que contar. Y ahí está Argentina con su carne Angus”, concluyó.

Mientras en Occidente el consumo per cápita de carne se desacelera, los segmentos premium crecen con fuerza. El desafío ya no es solo producir carne de calidad, sino diferenciarla, certificarla y contar su historia de forma convincente. La carne Angus Argentina combina genética, sabor, trazabilidad y una narrativa auténtica. Si se articula una estrategia integral de marca país, la oportunidad puede consolidarse en valor real y sostenible.

“El momento es ahora”, insistió Martínez del Valle. Y en el nuevo mapa global del consumo, donde la carne vuelve a cotizar alto, la Angus Argentina puede ocupar el centro de la escena.

Dejá tu comentario

Te puede interesar