29 de mayo 2023 - 00:01

La maquinaria agrícola apunta al crédito para iniciar la recuperación del sector

Las empresas buscarán dejar atrás un año difícil a causa de la sequía. Se esperan definiciones en la próxima semana.

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El sector agropecuario en su conjunto está cerrando una campaña 2022/23 para el olvido. Ya no importa la región del país en la que se ponga el ojo. Donde se mire, la sequía hizo estragos y tal como ocurre cuando al sector le va bien y la economía en los pueblos fluye, cuando le va mal los problemas salen a flote.

Ante esta realidad, los industriales agrupados en la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA) manifestaron su preocupación por el riesgo de pérdida de empleos tras una época sostenida e importante de aumento en la contratación de personal.

Eduardo Borri, titular de CAFMA aseguró en diálogo con Ámbito que el sector cerró un 2022 positivo, aun con mas ventas en comparación con 2017 que había sido un gran año. Por eso y por la sequía, arrancamos 2023 con muy baja cantidad de ventas, con caídas de entre un 50% y un 80%. Tenemos una cadena de valor que está generando unos 40 mil empleos directos, eso te da una dimensión de lo que puede pasar. Nosotros no tomamos estas medidas drásticas, pero tampoco hay que abusar”.

Según Borri, “en el segundo semestre de 2022 comenzó a pegar la sequía y eso frenó la actividad. Hoy los números son muy diferentes a los del año pasado.”

Una situación similar describió Nestor Cestari, titular de Industrias Cestari. En diálogo con Ámbito, el empresario explicó que “la falta de agua produjo que la gente demore la compra, pero además se suma que los créditos tienen tasas muy elevadas. Con la falta de cosecha y de créditos, la situación es compleja”.

Sin embargo también hay buenas noticias en sector y si bien es real que la zona núcleo está muy afectada por el impacto de la sequía, hay otras zonas en las que la cosecha fue distinta e incluso se pudieron concretar ventas. Eso fue lo que explicó Gastón Ricardo, presidente de Indecar, quien además detalló que “”si empieza a llover, la segunda parte del 2023 pude ser mejor y podríamos vender maquinarias para la gruesa. En nuestro caso tenemos un plan de trabajo hasta 2025, ampliando nuestra planta en el norte de Buenos Aires y adquiriendo tecnología. A pesar de la sequía seguimos con nuestro plan de inversión y apuntamos a un 2024 mucho mejor y con mas ventas.

En tanto, las empresas agrupadas en la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores y otros equipamientos Agrícolas e Industriales (AFAT), que son las que mayor proporción del mercado tienen, siguen de cerca la evolución de los patentamientos para poder determinar cuál será el impacto real de la sequía en términos de volumen de ventas.

Leandro Brito Peret, director ejecutivo de AFAT explicó a Ámbito que para este año se proyecta una merma en las ventas cercana al 15%. “Eso lo atribuimos a las perspectivas que ve el productor, a las cuestiones coyunturales, a la sequía y a la falta de créditos”.

Según Brito Peret, “en la medida que se aclare el horizonte, que se definan las candidaturas y la lucha electoral, seguramente empezará a cambiar la tendencia. Si hay optimismo, el productor va a responder, porque el productor local invierte en fierros y tecnología. Y la necesidad de renovar siempre esta”.

Todos en el sector coinciden en la importancia del crédito como herramienta dinamizadora del mercado. Con la idea de morigerar los efectos negativos de la sequía, Borri explicó que “la medida que fijó el BCRA por la cual evita dar créditos a quienes tienen stock de granos atenta contra la cadena de valor. Vemos optimismo en nuestros clientes, pero en el fondo lo que estamos planteando es que muchas operaciones se empezaron a caer, porque no se logran monetizar los créditos por las altas tasas o por la burocracia que afecta a los tenedores de granos”.

Justamente por eso, el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, y el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Juan José Bahillo, elevaron el pasado miércoles una carta al presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Miguel Pesce, para que la entidad financiera derogue la Comunicación “A” 7720, que dispone un encarecimiento de las tasas de financiamiento bancario para aquellos productores que retengan más del cinco por ciento de su última cosecha de soja.

En cuanto es este tema, podría haber novedades el próximo jueves, cuando la entidad financiera tiene reunión de directorio.

En pocos días, el sector de la metal mecánica mostrará todo su potencial en Agroactiva, una muestra que se llevará a cabo del 7 al 10 de junio en Armstrong, Provincia de Santa Fe. Los fabricantes esperan que el Gobierno ponga sobre la mesa algún tipo de propuesta para que se reactive el mercado, que contemplaría la derogación de la A7720 y créditos de la banca pública a tasas competitivas.

El problema actual es que no sólo no tiene capacidad de compra o de crédito quien perdió por la sequía, sino que tampoco lo es quien tiene granos en su poder.

La sequía ya mostró sus primeros efectos económicos en un desanimado interior productivo, pero todos los eslabones de la cadena agroindustrial coinciden en que si vuelve el crédito se reactivarían las operaciones que ahora están en duda.

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