- ámbito
- Campo
"No se puede hipotecar el futuro de la ganadería"
¿Hasta cuándo se seguirá hipotecando a la ganadería argentina?
En este avanzado 2006, las exportaciones mundiales de carne vacuna ascienden a 7.000.000 de toneladas, con una pérdida de protagonismo de la Unión Europea que pasó a ser demandante importante de carne bovina. Protagonismo también perdido por Estados Unidos por los problemas conocidos de encefalopatía espongiforme bovina (BSE). Con una estabilidad en meseta de Australia y Nueva Zelanda. Una creciente participación de Brasil y Uruguay. ¿Y la Argentina? Seguramente si se aceitan mecanismos y no se ponen trabas estaremos en condicionesde poner en marcha esa locomotora. Ese es el camino: ¡certeza!
No olvidemos que de los mercados externos en valor sólo somos o éramos o volveremos a ser proveedores de Europea. Sin omitir Chile ni Rusia. Evidentemente está faltando Asia, abastecido fundamentalmente por Nueva Zelanda y Australia.
El extraordinario mercado de Estados Unidos, que sólo exige el arancel de 26%, pero no limita con cuotas, que posibilitó el ingreso de Uruguay, país que también ya atiende a México, con la importancia del Caribe, tampoco es visitado por nosotros. Pretender circunscribir la ganadería al mercado interno e ir afuera cuando lo ameriten determinadas circunstancias no es el rumbo.
Cuanta más carne se exporte, más quedará para el consumo a menor precio, aunque aumente el precio del animal para incentivar una imprescindible mayor producción.
Desconocer el precio y atentar contra él, direccionando y empantanando mercados, genera estos conflictos no deseados.
La meta exportadora no puede ser un hecho enunciativo. Esta debe ser acompañada con una lucha decidida y final contra la aftosa en todos los organismos internacionales y en eso actuar interrelacionadamente con nuestros países vecinos. Hablar de país libre es decir continente sano.
El estándar sanitario deber ser uno solo, «superador». Para que sea realidad hay que abrir mercados y exigir a la industria y a la producción que se pongan a la altura de las circunstancias con una trazabilidad adecuada.
Sin mercados seguramente no se hablará de doble estándar, será triple, cuádruple o vaya a saber qué.
El mundo crece, su población está ávida de proteínas de alto valor biológico, los países emergentes con un crecimiento económico así lo exigen. Por eso consideramos vital atender y entender esto. No hacerlo nos condenará a la postración y a ver a nuestras vacas como curiosidad zoológica, cuando deberían ser las disparadoras de nuestro seguro y genuino crecimiento.
Dejá tu comentario