13 de febrero 2007 - 00:00

Urge acelerar y mejorar la ley para los warrants

El almacenaje y las garantías son clave a la hora de consolidar el sistema de warrants.
El almacenaje y las garantías son clave a la hora de consolidar el sistema de warrants.
El principal objeto de una propuesta para modificar la ley de warrant es volver a convertir el certificado en una garantía privilegiada para cualquier acción pública ante demanda judicial, tanto para sociedades como para personas.

Quien toma un certificado warrant debe volver a creer que tiene una garantía real de inmediata ejecución, como lo establece la ley.

Lamentablemente, el mal uso que se hizo de ella desvalorizó este fundamental instrumento para financiar a menor costo todos los procesos de producción, comercialización e industrialización hasta que los productos lleguen a los mercados y se vendan.

La falta de recursos y la onerosa financiación por las permanentes crisis económicas y políticas que vivió el país fueron algunas de las causas del ineficiente desarrollo de la infraestructura del país, porque había que entregar la mercadería en fábrica o en puerto para hacerse de recursos.

  • Prioridad

    La inflación y los precios máximos no incentivaron la guarda de mercadería. Esta situación determinó que los grandes acopios se concentraran en los puertos y se desactivara la construcción en el interior. Simultáneamente, debido a la urgencia de llegar a puertos con la mercadería para hacerse del dinero se priorizó el desarrollo del transporte en camión antes que el del ferrocarril, porque éste no estaba en condiciones de responder a esa demanda, por el ineficiente servicio que prestaba.

    Si se hubiera planificado a largo plazo y el funcionamiento del warrant fuera como determina la ley, con depósitos independientes del dueño de la mercadería, la situación del país sería totalmente diferente en lo que hace a la logística de acopio y de transporte.

    La Ley 9.643 vigente, que define el funcionamiento del warrant, fue sancionada en el año 1914 para cubrir una necesidad del comercio de la época. La actual situación es totalmente diferente y es necesario adaptar la ley a los usos y costumbres de hoy. Mucho ha hecho el sector privado en el desarrollo de la logística para atender los actuales volúmenes de cosecha, al estar desregulada toda la actividad y tener la libertad de fijar las tarifas, pero la situación está al borde de su capacidad ya que el parque de camiones es muy antiguo y hay grandes déficits de inversiones en los accesos a los puertos, con lo que se agravan los temas de seguridad en las rutas y se encarecen los fletes.

    La modificación más importante que se propone es que el dueño de la mercadería y el dueño del depósito serán solidariamente responsables por las pérdidas que pudieran ocurrir, con el fin de volver a jerarquizar el warrant como garantía privilegiada.

    Los usos y costumbres permitieron que cuando la mercadería desaparecía, al dueño del acopio -silo o galpón-no le cabía ninguna acción ejecutiva inmediata, como determinaba la ley de warrant, situación que originó innumerables juicios y el encarecimiento del warrant a pesar de ser una garantía real.

    Con la sanción de la nueva ley vamos a poder adaptar a los nuevos usos y costumbres el manejo de la logística de cosecha y comercialización, especialmente para que el productor cuando guarda su grano en sus silos o inclusive en silos-bolsas en su campo, con ciertas condiciones adicionales en este caso, pueda hacerse de parte del dinero para poder pagar los compromisos más urgentes y negociar con tranquilidad la producción cuando los mercados se estabilizan después de la cosecha, lo que va a permitir aprovechar mejor la infraestructura y la logística actual para poder atender en tiempo y forma una cosecha de 90 millones de toneladas y posibilitar la entrega de los granos todo el año, haciendo más horizontal la relación entre temporada alta y baja en la demanda de camiones. De esta forma se incentiva la ampliación de la capacidad de almacenamiento en manos de los productores para poder segregar los productos especiales que tienen que comercializarse con trazabilidad, al ser la única manera de poder acceder a su mejor valor para que se justifique el trabajo de generar productos diferenciados.

  • Fundamental

    La modificación que propongo a la ley de warrant no cambia en nada la política del gobierno ni necesita ningún recurso del Estado. Todo lo contrario; es un instrumento fundamental para facilitar la logística de cosecha y de transporte ante el nuevo récord de cosecha de 90 millones de toneladas y es la forma de que los productores puedan defender mejor el valor de su producción porque no tienen urgencia de negociarla al contar con un certificado warrant para obtener los recursos a menor costo porque aquél representa una garantía real de inmediata ejecución y una póliza de seguro ante los riesgos previsibles.

    Con todos estos argumentos debería ser uno de los temas a acordar entre las entidades y el gobierno en las mesas de trabajo para poder sancionar la ley lo más rápido posible.
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