3 de enero 2024 - 00:00

Charlas de quincho

Empezó el 2024 y con despedidas y bienvenidas, los Quinchos estuvieron en su apogeo.

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Cambio de año sin respiro. Semana XXS (Extra small). Mega-DNU vigente. Se reacomodan las fuerzas en el Senado. Diputados, sin comisiones aún. Presión oficial por Proyecto de “ley ómnibus”. La Corte postergó los amparos hasta febrero, pero San Juan dio a lugar. Comenzó la resistencia: paro y movilización de la CGT. Kicillof logró los aumentos (de impuestos) que quería. Subas de colectivos y tren. Llegaría otra propuesta de más de 180 desregulaciones. Inflación arañando el 30% en diciembre. Llega el FMI (pero con condiciones). Argentina “salió” de los BRICS, y se agita el panorama diplomático por nombramientos. Terremoto en Japón. Con despedidas y bienvenidas, los Quinchos estuvieron en su apogeo. Veamos:

Mientras la Ciudad siguió vaciándose, al tiempo que Uruguay, la Costa Atlántica y algunos otros centros turísticos se iban poblando, la semana súper corta (por el Feriado del 25 de diciembre y el asueto del viernes), igual no dio respiro, tal la catarata de hechos económicos y políticos que se siguen multiplicando. Al tiempo que todos “orejean las cartas”, las especulaciones están a la orden del día, y mientras los más supersticiosos hacen todo tipo de conjuros contra el año bisiesto (jueves 29 de febrero), la población sigue los acontecimientos con una mezcla de desconcierto, sentimientos encontrados (respecto de algunas propuestas), y una cuota nada desdeñable de temor. En ese contexto entró en vigencia el mega DNU durante el fin de semana, arrastrando consigo los amparos presentados (alrededor de 30), aunque solo uno fue ante la Corte Suprema: el del gobernador Ricardo Quintela -La Rioja-, patrocinado por el juez Raúl Zaffarani. El máximo tribunal decidió “estudiar” el caso y lo giró al procurador interino, Eduardo Casal, aunque se negó a abrir la feria, y postergó cualquier decisión para después que termine el receso judicial de enero. Esta decisión, sin embargo, no duró demasiado pues se supo que desde San Juan, una jueza federal, “levantaba la feria judicial” a fin de tratar este tema, lo cual terminó de desconcertar a los no iniciados. Sin embargo, para algunos, puede ser una “señal” para los sindicalistas, con tiempo suficiente para levantar la medida de fuerza y comenzar las negociaciones como comprometió el presidente, Javier Milei. Por su parte, el nuevo procurador del Tesoro, Rodolfo Barra, pidió la unificación” de todos los casos, lo que seguramente disparará nuevas objeciones (“y postergaciones”, según algunos). Así, en medio de comidas de Navidad, cenas de despedida del año tardías, y acelerados viajes para aprovechar los feriados y asuetos entre las fiestas, se fueron conociendo más datos, en tanto otros muchos pasaron casi desapercibidos, incluyendo la inflación proyectada de diciembre, arañando el 30% (lo que llevaría a 200% la de 2023), o que llega al Senado el Proyecto de Boleta Única, que ya cuenta con media sanción de Diputados, entre otras muchas cuestiones.

Por supuesto que todas las reuniones sociales que se fueron llevando a cabo, fueron cortadas “transversalmente” por la mayoría de estos temas, en cualquiera de los estratos económicos, y obligaron a despuntar el mayor vicio argentino: la “opinología” , al tiempo que tras la economía, o la inmersión en el constitucionalismo, ahora le toca también el turno a la jurisprudencia y sus vericuetos, que no son menores. De todos modos, mientras la gente se enojaba con las subas de precios (la caída de las ventas ya se siente y comienza a forzar algunos reacomodamientos, como las “ofertas” exprés; o directamente rebajas como en alquileres y carpas de la costa), se conocía el aumento en colectivos y trenes (de 45% vigente desde ayer y el 15 de enero, respectivamente), mientras que el subte en CABA aumentará 37,5% desde el próximo viernes. También se prevé un incremento de 40% en las prepagas a partir de la cuota de enero, todo lo cual le va a poner una cuota extra de “temperatura” a un verano que promete ser algo más que agitado. Mientras nadie tiene demasiado claro qué cambios ya están vigentes y cuales están pendiente todavía, o qué alcance van a tener las medidas propuestas (si se aprueban), los temas en las mesas recorren un muy variado espinel que incluye la denuncia penal al presidente Javier Milei y a sus ministros por el DNU, por parte de ATE (Asociación de Trabajadores del Estado). “El secretario general, Rodolfo Aguiar, denunció penalmente al presidente Javier Milei y al resto de los funcionarios involucrados en la redacción del megadecreto por los delitos de abuso y usurpación de autoridad, y de traición a la Patria”, hizo saber el gremio. También el paro y movilización para el 24 de enero dispuesto por la CGT contra el mega DNU y el proyecto de “ley ómnibus”, merecieron distintas consideraciones, desde la justificación por la situación laboral, hasta la crítica despiadada por la diferencia de actitud respecto de los 4 años del gobierno anterior de Alberto Fernández. “Nunca hubo tanta celeridad. Es la primera vez que se declara una medida de esta naturaleza a menos de 20 días de asumido un nuevo gobierno”, reconocía un dirigente sindical de los “moderados”. En los pasillos de la Casa de Gobierno, mientras tanto, las opiniones son divididas, y varios consideran que “lo favorece (a Milei) esta reacción de los sindicalistas tradicionales, después de 4 años de silencio. Todo queda muy claro y la gente no es tonta”, sostiene los más positivos, mientras otros prefieren una negociación acelerada, tanto en este como en otros varios temas.

Por caso, no solo los legisladores tuvieron que ponerse a trabajar con intensidad después de un largo período, de casi ausencia de los temas legislativos, sino que también lo Justicia hace lo propio aunque parecen estar prefiriendo que sean el Ejecutivo y el Legislativo los que diriman primero sus diferencias, para después entrar en escena. Pero, además, también los gobernadores comienzan a inquietarse y después de cierta “comodidad” por la cantidad de diputados que tienen , y que obligaría al Ejecutivo a negociaciones más o menos perentorias, ahora no saben si el “parate” es solo por las fiestas, o hay algo más, y necesitan rápidamente recursos. Es que en algunos cenáculos se cree que, en realidad, así como no se realizó ningún esfuerzo por tratar la Ley de Presupuesto y, más vale, se dejó correr el tiempo para luego, directamente, prorrogar de hecho el Presupuesto ‘23 (que le da varias ventajas al Gobierno entrante); de igual forma no son pocos los que estiman que el mega DNU también fue armado, y presentado, como para que no sea tratado y entre en vigencia, como ocurrió, directamente. Esta teoría considera que así el Ejecutivo no solo logra tiempo, que le resulta imprescindible, sino que también mejora su posición negociadora ante la presión que vienen ejerciendo las mayorías, aunque ahora ya están divididos en, al menos, 7 grupos de diputados con algún peso. Simultáneamente, se comienza a especular sobre cuáles son las cuestiones que no son negociables para el Gobierno, y en cuáles puede haber flexibilidad. “Es algo así como lo que hizo Axel (Kicillof) en la provincia, con el Presupuesto, que propuso 300% de incremento en el Inmobiliario, y después aceptó “bajarlo” a 20%…”, ironizó un tributarista aludiendo también a la suba en Patentes, y una cuota extra en algunos inmobiliarios, entre otras cuestiones.

Que mientras las brisa fresca de la Cordillera imponía un clima perfecto en La Angostura, y el expresidente Mauricio Macri, y el rey de Holanda, Guillermo de Orange despuntaban el vicio del golf, algunos acompañantes se referían a cuestiones más urgentes del país, como la inminente visita de una misión del FMI (mañana), aunque una de las condiciones para el avance de la negociación (que seguramente obligará a un replanteo del acuerdo) es que se apruebe la “ley ómnibus”, y que se normalice el circuito de importaciones (todavía faltan dólares), mientras que comienzan a aplicarse varias desregulaciones que no requieren de ley, y se espera que llegue al Congreso el nuevo paquete con otras 180 bajas de restricciones varias que, en general, son bien vistas por el organismo internacional. La misión coincidirá con los datos de alta inflación de diciembre, y la anual 2023 (aunque el exministro Domingo Cavallo prevé que puede bajar a alrededor del 8% en abril); y también con la marcada caída del monto de exportaciones 2023, dados a conocer ayer por el Centro de Exportadores, tras el impacto demoledor del último año de sequía. Es que, según el Ciara-CEC, las exportaciones agroindustriales totalizaron apenas algo más de u$s19.742 millones. “Comparando los 12 meses de 2023 con el año 2022, el sector cerealero-oleaginoso perdió valores de ventas al exterior por 20.700 millones de dólares (51%)”, señaló la entidad dando cuenta de la magnitud exacta de lo que le costó la sequía al país. Simultáneamente, destacaron que “durante el mes de diciembre las empresas del sector liquidaron u$s1.245 millones; representando una baja del 66% en relación al mismo mes de diciembre de 2022”. La caída, en este caso, respondería a los volúmenes adelantados en los meses previos, con las distintas variaciones del Programa de Incremento Exportador (PIE). Los datos también quieren ser vistos como una proyección de lo que podría exportar Argentina este año, aunque los más cautelosos llaman la atención sobre varios temas. En primer lugar, las intenciones de siembra de la campaña 23/24 no registraron casi aumentos notorios respecto de la anterior. Tampoco el clima se comportó en forma regular, lo que afectó la cosecha de trigo que apenas aumentaría 1,5-2 millones de toneladas respecto de la muy baja anterior, mientras que el maíz de primera también fue golpeado. A esto hay que agregarle que aún faltan de 3 a 5 meses para completar la recolección y, hasta ahora, si bien se van regularizando las lluvias, también hay otros daños (temporales, granizo, etc.) cuyo impacto final se desconoce. “Esto significa que es muy difícil que se logre compensar totalmente los más de 50 millones de toneladas que se perdieron en la última campaña y, además, los precios son bastante menores a los que se pagaban en aquel momento, y los que se proyectaban hace una año atrás”, señaló un analista bajando un poco a tierra los ánimos.

La Ciudad sigue “rota” y, para colmo, la ola de mosquitos que no deja vivir, se quejan los sufridos habitantes de CABA cuyo Jefe de Gobierno, hasta ahora, parece estar desaparecido. “¿Donde está Jorge Macri?”. “El no sé, pero su primo está jugando al golf con el rey Guillermo en La Angostura”, señalaba picante, un conocido influencer en una de las fiestas de este año en el Este donde, si bien está completo, el nivel de gastos (debido a los altísimos precios) bajó en forma significativa. Lo cierto es que, mientras la Ciudad todavía aparece desprolija, con veredas rotas por los árboles caídos, ramas que aún no se levantan, basura acumulada en distintos lugares, y el hecho llamativo del incendio (por la noche) de cantidad de containers, tendencia que parece responder a “la quema” de documentación coincidente con los fines de año, la gente parece resignada a la ocupación de veredas por parte de quioscos, floristas y bares. Ahora, sin embargo, Macri podría aparecer ante la inminente negociación por parte del Poder Ejecutivo de la devolución de los fondos de coparticipación por $350.000 millones, tras el dictamen judicial que obliga a la Nación a reponerlos, lo que evitaría, además, la necesidad de un dictamen de la Corte Suprema.

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