El euro se ubicó ayer en un máximo histórico contra el dólar. Todo indica que la economía de los Estados Unidos crecerá bastante menos que lo esperado. Se está dando un fenómeno inédito en las últimas décadas: el dólar está perdiendo cada vez más atractivo como activo de refugio frente a otras monedas. Los bancos centrales diversifican ya sus tenencias ante la incertidumbre que plantea a futuro la principal economía del mundo. En la Argentina, lentamente, los ahorristas se están volcando más al euro, manteniendo el oro como alternativa, aunque en menor proporción. Lo que está claro es que quedarse posicionado en pesos con una inflación rumbo a 20% anual no es negocio. Los más sofisticados hasta buscan otras monedas en medio de la incertidumbre que plantea la crisis hipotecaria en EE.UU. El secretario del Tesoro, Henry Paulson, fue claro: «Puede durar hasta dos años».
El euro gana cada vez más adeptos en la plaza local que buscan protegerse tanto de la volatilidad del mercado local como de una posible recesión en la principal economía del mundo. A pesar de que el refugio natural siempre fue el dólar o incluso los plazos fijos, desde que estalló la crisis hipotecaria en los EE.UU., estas alternativas lentamente pierden atractivo.
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En la actualidad, poco más de 30% de las operaciones que se realizan en las casas de cambio involucran al euro, según pudo averiguar este diario en una recorrida por casas de cambio. Los operadores resaltan que antes, 50% de estas operaciones tenían como objetivo inversiones y 50% restante era utilizado para el turismo. Esta proporción se vio modificada desde el inicio de la crisis financiera. Ahora entre 60% y 70% es destinado como inversión o refugio.
Carlos Liser, de Puente Hermanos, sostiene que «el euro continuará apreciándose con respecto al dólar. Para principios de años que viene lo posicionamos por encima de 1,40». Ayer, la divisa europea alcanzó un nuevo máximo histórico al cerrar en 1,3907 para la venta. Esto significa que en los últimos seis meses el euro se apreció casi 4% con relación al dólar.
Además, la expectativa que la Fed podría llegar a bajar la tasa de interés de referencia en los EE.UU. hasta 50 puntos básicos, sumado al hecho de que el Banco Central Europeo podría iniciar nuevamente un ciclo de alzas en la tasas europeas debido a temores inflacionarios, impulsaría aun más al euro. Algunos inclusoproyectan que llegará a u$s 1,45 antes de mediados de 2009.
En el mercado argentino, el euro cotiza a $ 4,37 para la compra y a $ 4,47 para la venta. Entre estas dos cotizaciones existe una brecha superior a 2%. ¿A qué se debe si con el dólar esta diferencia en la cotización no llega a 1%? Según explicó Liser, lo que sucede es que el precio del euro que figura en las pizarras del microcentro es informativo y se obtiene a través de una doble conversión. Es decir, de pesos a dólares y luego de dólares a euros. Este diferencial suele ahuyentar a algunos inversionistas aunque los cambistas resaltan que este diferencial se achica significativamente cuanto mayor es lo que se desea cambiar.
Algunos inversores institucionales incluso están mirando más allá. El franco suizo, como también algunas monedas nórdicas, están empezando a atraer capitales. Según los expertos, éstas podrían incluso tener una recorrida aun mayor que el euro. Sin embargo, para el inversor minorista, estas divisas son muy difíciles de conseguir además de tener un gran costo transaccional.
Por otro lado, el oro empieza también a perfilarse como una alternativa viable en la plaza local. A pesar de que en el pasado este metal era considerado como un refugio ante la caída de los mercados, en la actualidad se mueve en sentido inverso al dólar. En la Argentina, el principal operador es el Banco Ciudad, quien ofrece lingotes de varios pesos que van desde 1 gramo hasta los 1.000 gramos. El objetivo de esta variedad es que hasta el pequeño inversor puede posicionarse en dicho metal.
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