La bolsa de Sao Paulo cerró la primera sesión del año en rojo y su índice Ibovespa, principal indicador del parqué paulista, retrocedió un 3 %; un día después de que la presidenta Dilma Rousseff asumió su segundo mandato en medio de la desconfianza de inversores que esperan que anuncios de ajustes a las políticas económicas sean llevados a la práctica.
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La caída de más del 5% de las acciones de Petrobras y del Banco do Brasil fue lo que empujó a toda la bolsa paulista a la baja.
En el mercado de divisas, el real brasileño se depreció un 0,9 % frente al dólar, moneda que terminó la jornada negociada a 2,683 reales para la compra y 2,685 reales para la venta en el tipo de cambio comercial. El Banco Central brasileño anunció que podría reducir sus intervenciones diarias en el mercado de divisas.
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