Las inversiones recuperaron en julio el ritmo que venían sosteniendo durante la primera parte del año, al llegar a los u$s 4.087 millones, u$s 81 millones más que lo registrado en junio.
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La cifra parte del último informe elaborado por la consultora Orlando Ferreres & Asociados, donde se menciona que «en julio la inversión creció 22,2%, cifra sustancialmente mayor que 12,4% de junio y muy similar a 22,3% del período enero-mayo». En términos desestacionalizados, la variable subió 1,2% respecto del mes anterior, y alcanzó 22,9% del PBI.
Para el trabajo, la construcción «es el sector de mayor injerencia en la inversión, ya que pondera 60% y creció a 26,6% anual». Esto implica que «de los 22,2 puntos porcentuales que crecióla inversión total, 16,5% está explicado por este sector». Por su parte, la inversión en maquinaria y equipos «se recuperó, al crecer 15,7% en julio, luego de la caída de 2,9% que había mostrado en el mes anterior» (aunque aquí se incluye a generadores de electricidad, lo que señala temor a crisis energética). Para el informe, «esto se debió a la recuperación en las importaciones de bienes de capital».
Según declaró el economista de la consultora, Fausto Spotorno, «la fuerte expansión de los precios inmobiliarios y el alto nivel de capacidad ociosa en el sector de la construcción, cercana a 40%, son factores fundamentales para explicar este crecimiento de la inversión». «Sin embargo, se observa cierta desaceleración con respecto al año pasado.» Esto se fundamentaría en «el encarecimiento de los precios de los activos (13% más en el último año) y la escasez de crédito a largo plazo».
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