27 de febrero 2007 - 00:00

"Cambios en INDEC generarán inflación"

El especialista Ryten calificó como una tontería lo que el gobierno hizo con el INDEC.
El especialista Ryten calificó como una tontería lo que el gobierno hizo con el INDEC.
El economista canadiense Jacob Ryten tiene una larga trayectoria como consejero de los organismos de estadísticas de distintos países.

Es un personaje clave que asesoró a la Argentina desde 1985. A partir de entonces visitó el INDEC con «una frecuencia media», como él lo explica en términos estadísticos, de dos o tres veces por año.

Ryten dialogó desde Sudáfrica con Ambito Financiero acerca de los hechos ocurridos en el INDEC. «El IPC (Indice de Precios al Consumidor) argentino fue siempre la estadística estrella ya que el Instituto tiene una trayectoria profesional reconocida en toda Sudamérica.»

Además de haber sido director de Statistics Canada, una de las oficinas de mayor prestigio, suma a su currículum haber preparado el último Manual de Organización Estadística que distribuye Naciones Unidas.

«Las medidas tomadas por el gobierno en el INDEC son tontas. Y con ese adjetivo estoy siendo amable», sentencia Ryten.

Periodista: Como asesor del INDEC, ¿cómo evalúa el IPC elaborado en los años que vino a la Argentina?

Jacob Ryten: El IPC argentino fue siempre la estadística estrella del INDEC. Ese organismo tiene una trayectoria profesional conocida en toda Sudamérica, no solamente por razones nacionales, sino también porque muchos de sus técnicos han asesorado a otros países vecinos. Por lo tanto, sería imposible pensar que quien tenga el IPC argentino a cargo no sea un profesional competente.

P.: ¿Conoció a Graciela Bevacqua cuando asesoró al INDEC?

J.R.: La conozco desde hace mucho tiempo, como también a varias generaciones de personas que estaban a cargo del IPC argentino. En los últimos años coordiné un proyecto internacional sobre la comparación del poder de compra en 150 países divididos por regiones. En la Argentina Graciela (Bevacqua) era la coordinadora a nivel nacional. En los 2 o 3 años del programa, ella tuvo una cantidad de contactos no solamente con la oficina canadiense (que estaba a cargo del proyecto), sino también con sus colegas de los países de habla hispana. Es por este tipo de trabajos que no existe un solo director técnico del IPC al que no conozca en estos países.

  • Sin trayectoria

    P.: ¿Conoce a Beatriz Paglieri?

    J.R.: No. Y el hecho de que no la conozca significa que no tiene credenciales en materia de IPC ya que trato con la comunidad internacional entera. Si es un nombre nuevo es porque no tiene trayectoria.

    P.: ¿Qué le parece lo que ocurrió en la Argentina?

    J.R.: Son una serie de medidas tontas hechas por el gobierno. Y con ese adjetivo estoy siendo amable. No veo qué objetivo se aplica al destrozar la credibilidad de una estadística estrella. Además, el hecho de hacer reemplazos arbitrarios tiene solamente una consecuencia importante que es justamente la pérdida de credibilidad de una estadística, cuando ésta depende casi enteramentede su confianza.

    P.:
    ¿Es posible volver atrás?

    J.R.: Es muy difícil porque no sé exactamente qué significa retroceder ahora, es decir, en qué camino.

    P.: Por ejemplo, llamando a concursos y nombrando a técnicos, como corresponde...

    J.R.: Pero me pregunto: ¿quién tendría confianza en un nombramiento organizado por las personas que han creado una situación crítica? Tendría que estar administrado por personas de afuera. Es por eso que estos procesos no son simétricos: una vez empezados no se tiene cómo retroceder.

  • Malas consecuencias

    P.: Entonces augura una situación difícil en la Argentina...

    J.R.: Auguro malas consecuencias. El gobierno no entendió, quizá porque nadie lo asesoró, que este tipo de medidas puede tener consecuencias inflacionarias. Esto ocurre porque los agentes económicos en la Bolsa de Valores y en el mercado cambiario, al mirar el IPC oficial, van a agregar arbitrariamente algunos puntos porcentuales porque estarán convencidos de que lo publicado no es real, al no existir confianza en la variación positiva medida por el índice. Y eso significa calcular que la inflación es más rápida que la existente. Por lo tanto, se crea un proceso en el que se toman precauciones para protegerse contra una inflación exagerada, al no poder basarse en la estadística oficial, y se genera un proceso de aceleración de variación de precios, que es justamente lo que se quería evitar.

    P.: ¿Qué otras aristas observa acerca de este hecho?

    J.R.: Tiene, además, una parte ilegal. Si uno quiere un instituto de estadística con información objetiva e independiente no puede destituir personas y nombrar a otras, sobre todo si no tienen ninguna competencia técnica en la materia.

    Entrevista de María Iglesia
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