8 de marzo 2021 - 00:00

Natalio Mario Grinman: "Este año el comercio podría recuperarse un 6%"

El líder empresario remarcó que la situación del sector sigue siendo "delicada" al tiempo que destacó las señales de reactivación de la economía.

Balance. Según Grinman, “el Gobierno actuó bien y rápido” respecto a las ayudas brindadas al sector en el contexto de la pandemia.

Balance. Según Grinman, “el Gobierno actuó bien y rápido” respecto a las ayudas brindadas al sector en el contexto de la pandemia.

“La actividad en el sector de Comercio y Servicios ha venido desacelerando su caída en los últimos meses”. “Creemos que el sector podría recuperarse alrededor del 6% este año”. Así lo señaló Natalio Mario Grinman, titular de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios en un reportaje concedido a Ámbito.

Según la última encuesta mensual realizada por la entidad, 68% de las compañías relevadas se encuentran “completamente operativas” y 26% lo están de manera parcial (casi 6% no está en actividad). La medición se realizó entre el 22 de febrero y el 2 de marzo entre empresas de todo el país.

La crisis dejó secuelas: “más de 22.000 empresas cerraron en los últimos doce meses”, precisa Grinman.

Asimismo, el directivo consideró que “el Consejo Económico y Social es una muy buena idea que muchos países que han pasado por tensiones naturales de un proceso de desequilibrio macro, han utilizado para hacer pie mejor en un proceso de transición hacia una economía más sana y dinámica”.

Estos son algunos de los conceptos señalados en la nota concedida a Ámbito.

Periodista: ¿Cómo ha evolucionado la actividad en los últimos meses? ¿Cómo se encuentra con relación a los niveles previos a la pandemia?

Natalio Mario Grinman: La actividad en el sector de Comercio y Servicios (es decir, todo el sector en conjunto y no solo comercio) ha venido desacelerando su caída en los últimos meses a medida que se fueron reabriendo muchas actividades y dejó de caer tan fuerte el consumo. El año pasado el sector cayó alrededor del 9% y en enero de este año mostró una leve recuperación interanual, aunque habrá que esperar que los datos de los meses siguientes confirmen la recuperación o no. Todavía faltan definiciones importantes en materia de política y economía para que puedan coordinarse las expectativas, entre ellas, el acuerdo con el FMI y la definición electoral de medio término.

P.: En su sector, ¿qué cantidad o porcentaje de empresas y comercios no pudieron seguir adelante por el impacto de la pandemia?

N.M.G.: Más de veintidós 22.000 empresas cerraron en los últimos doce meses, en su mayoría comercios y empresas de servicios pequeñas y medianas.

P.: ¿Qué porcentaje se encuentran aún en serias dificultades?

N.M.G.: De acuerdo a la última encuesta de febrero realizada a empresas por la CAC, alrededor del 9% podría cerrar sus actividades de seguir la situación actual por los próximos treinta días, mientras que el 40% está entre reducirse y sufrir pérdidas.

P.: ¿Qué sectores se vieron más perjudicados?

N.M.G.: Claramente la hotelería, los restaurantes y el turismo en general.

P.: ¿Y los menos perjudicados?

N.M.G.: Por un lado, están los de consumo básico, como los supermercados mayoristas y minoristas que fueron clave en plena pandemia y, por el otro, los que pudieron llevar adelante una transformación hacia el modo digital de sus ventas que, por cierto, era un proceso que ya existía de forma notoria en nuestro país, pero que la pandemia lo aceleró dramáticamente, aunque todavía falta mucho. En la encuesta que mencioné antes, el 44% de los encuestados aún no realiza ventas online, lo que indica que todavía hay un camino por recorrer. También en avances de infraestructura.

P.: ¿Considera que la ayuda del Gobierno nacional ante la pandemia fue la apropiada?

N.M.G.: El Gobierno actuó bien y rápido. Naturalmente frente a semejante tragedia nunca parece suficiente el auxilio, aunque se entiende que el Gobierno se movió en un entorno de muchas limitaciones financieras y fiscales. Lo que esperamos es que se establezcan las condiciones para que el crecimiento vuelva a nuestro país porque todos los empresarios queremos un país próspero. Las empresas no crecen si el país no crece y, más allá de la pandemia, nuestra economía no crece desde 2011. Ninguno de los problemas sociales como el desempleo o la pobreza pueden solucionarse sin crecimiento.

P.: ¿Cómo vienen desarrollándose la mesa de precios y salarios? ¿Qué problemas son los más difíciles de zanjar?

N.M.G.: La cuestión de precios y salarios está relacionada con tener una economía más pujante, más productiva, que crezca. Puede pasar que en un proceso de desarrollo (a Corea le pasó) haya momentos de tensión en este aspecto. Si existe un plan de desarrollo detrás, las tensiones no serán duraderas y, en definitiva, con una economía creciendo de forma sana, los desequilibrios macroeconómicos van a ir, de a poco, perdiendo dinámica. Algunos países han utilizado exitosamente este tipo de mesas, pero siempre ha habido un camino hacia una economía sana detrás..

P.: ¿Cuáles son hoy las mayores dificultades que enfrentan su sector?

N.M.G.: El sector de Comercio y Servicios es transversal a toda la economía así que sufre todos los problemas estructurales que sufren todos: carga impositiva, impuestos distorsivos, etc. Pero diría que el problema más grande es la descoordinación de expectativas que impactan en la inversión y el consumo y dificultan el despegue de la economía en su conjunto. Hay que mirar el país diez, veinte años para adelante. A Corea le tomó 30 años desarrollarse y hoy tiene uno de los productos per cápita más altos del mundo.

P.: El viernes último se llevó a cabo la primera reunión de trabajo del Consejo Económico y Social. ¿Cuál fue su impresión?

N.M.G.: El Consejo Económico y Social es una muy buena idea que muchos países que han pasado por tensiones naturales de un proceso de desequilibrio macro, han utilizado para hacer pie mejor en un proceso de transición hacia una economía más sana y dinámica. Argentina se debe el debate de pensar un poco más lejos que seis meses vista y en esto tienen que estar involucrados todos los sectores de la sociedad.

P.: Si tuviera que calificar de 1 a 5 (siendo 1 ninguna dificultad y 5 muy problemático), ¿cómo ponderaría la situación en materia de importaciones? Porque se habla de trabas y demoras…

N.M.G.: Pondría un 3. Hay algunos sectores que nos comentan sobre dificultades para el acceso a la importación de insumos. Las cadenas de valor requieren insumos y bienes de capital para crecer y gran parte de ellos son importados. Los bienes finales forman históricamente menos del 15% de las importaciones, el resto son bienes de capital e insumos.

P.: ¿Y en cuanto al giro de divisas?

N.M.G.: Aquí también calificaría con un 3, igual que la anterior.

P. ¿Cómo es la situación en materia de tasas de interés?

N.M.G.: Algo mejor, un 2. El costo de financiamiento es siempre un problema para las empresas, especialmente las pequeñas y medianas. Pero peor que la tasa de interés en sí, es la imposibilidad de acceso al crédito. Los créditos al sector privado representan en Argentina menos del 17% del PBI. La incertidumbre trae costos más altos y contracción del crédito.

P.: ¿Su calificación en lo que se vincula con controles de precios?

N.M.G.: Pondría un 3. Los controles de precios son medidas de corto plazo pero que tienen que ser acompañadas, para ser efectivas, de políticas antiinflacionarias integrales y coordinadas entre los distintos brazos del Estado. Los controles de precios nunca funcionaron en la Argentina, especialmente si no hay coordinación de expectativas. Es imposible conocer todas las estructuras de costos de todas empresas. La Cámara de Comercio, por estatuto, defiende la libertad económica

P.: ¿Cómo observa el rumbo económico?

N.M.G.: La incertidumbre ante el rumbo económico es muy problemática. La señalización y plausibilidad del rumbo económico, más allá de la pandemia, es un clarísimo formador de expectativas tanto para los consumidores como para los inversores. Mayor incertidumbre trae mayores costos financieros, menor inversión, menor consumo, mayor desempleo y mayor pobreza.

P.: ¿Y el comportamiento de la demanda?

N.M.G.: La baja demanda es otra cuestión muy problemática. Claramente el sector depende de la demanda. Pero la demanda agregada sin oferta ya sabemos cómo termina, por lo que la normalización de la economía debe tener en cuenta el equilibrio entre el fomento de las dos: fomentar la demanda de corto plazo no sirve si no se estimula la oferta, y para eso hace falta inversión.

P.: En el caso particular del comercio, ¿cómo está afectando la venta callejera?

N.M.G.: La Cámara es un luchador histórico en contra de la venta ilegal callejera y de la competencia desleal. Nosotros relevamos desde hace más de seis años su evolución. Sin dudas, no es solo un problema que afecta a los comercios legales que pagan sus impuestos, sueldos en blanco, alquileres, sino que es un problema que también encubre trabajo esclavo y otras situaciones asociadas al comercio ilegal. Hubo avances en los últimos años, aunque somos conscientes de que el aumento de la pobreza y la gran recesión de 2020 traerán un incremento de este tipo de actividades.

P.: ¿Cree que el presente año será mejor que 2020 en materia de ventas para su sector? ¿Qué proyecciones manejan? ¿Por qué?

N.M.G.: Esperemos que sí. La economía en su conjunto está mostrando una recuperación. Y es recuperación porque le van a faltar dos años más, es decir este y el que viene, para recuperar el nivel de actividad de 2019, siempre que el avance del control de la pandemia siga con la vacunación y las economías del mundo empujen la recuperación. Creemos que el sector podría recuperarse alrededor del 6% este año, en línea con las proyecciones de recuperación del PBI.

P.: ¿Qué esperan en materia de exportaciones?

N.M.G.: Las exportaciones son el tema para no caer en la tan conocida “restricción externa” que hace que le falten divisas a nuestra economía. Por eso decía que tiene que acompañar la recuperación de la economía mundial. Si la demanda mundial se recupera, especialmente Brasil, China y el grupo ASEAN, podría haber un gran alivio para el sector externo argentino. Pero con el cuidado de no caer en la histórica dependencia de los términos de intercambio altos. Argentina tiene que exportar valor agregado, que es el que genera mayor empleo, y para eso tiene que hacer foco en la productividad, un problema histórico de Argentina y de la región que algunos pocos países han sabido manejar mejor que el nuestro.

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