28 de julio 2006 - 00:00

Cupones bursátiles

La ministra de Economía -Felisa Miceli- sostuvo de modo muy seguro que «si el Banco Central no comprara todos los días, el dólar podría estar quizás a $ 2,40/$ 2,20». Y sería interesante ver qué sucedería a partir de esas nuevas bases de cotización, porque tales menciones parecen contener implícito que con el dólar en tales niveles la tendencia continuaría siendo vendedora. Hmmmm....

Esto, como cuando una acción se muestra ofrecida en cierto techo de madurez, pero que se transforma en netamente compradora después de algún filtrado en su plaza, o bien porque efectuó algún pago en acciones y arrancó desde paridad más baja. Seguramente que habrá distintas opiniones, acerca de qué sucedería, pero nosotros apostaríamos a que llegado a esos pisos la tendencia sería totalmente a la inversa. Y uno de los incentivos principales para tomar dólares en $ 2,20 resulta justamente lo inverso: la falta de alternativas tentadoras. Y un pasar de los meses donde, como menciona el informe del FMI, ya una paridad técnica lo sitúa en un piso de $ 2,70, acercándose mucho más al techo actual, que a esos mínimos que daba como probable la ministra. Y eso, para agregar, que se trata de un ritmo de inflación muy rigurosamente vigilado, con presión embotellada, y hasta con dudosas marcas mensuales así y todo.

En fin, como vivimos en el país del mundo donde probablemente conviven más cantidad de profetas y de gurúes, todo queda como hojas en el viento y cada quien arroja lo suyo. Total, si después esto no se cumple, nadie habrá de recordarle al personaje su desacierto feroz. Habría que tener una «prueba piloto», del Central dejando de comprar por cierto lapso y ver ese derrumbe que se preconiza. Y si tal asunto no sucede, qué problema.  


Tenemos la moneda de un país que no puede ni asomar la nariz en el mundo para actuar en el mercado de capitales, por temor a que le capturen sus emisiones y a raíz de esa joyita orquestada con el canje de bonos. Tener que depender de la generosidad dudosa de un personaje como Chávez, animarse a colocar algo en el sector interno, demostrar que no revistamos como una «nación normal» en el concierto internacional. Y con tres piezas de esta moneda, se puede obtener una de la principal divisa del mundo: no suena tan absurdo ( teniendo en cuenta que la mayoría piensa que el absurdo es entregar tres locales, en vez de dos). Hmmmm. Lo de caro y barato, sabemos en lo bursátil que no existen más que en la subjetividad de un vendedor -que vende por caro- y un comprador, que toma por barato. Sólo dirá el curso de la Bolsa quién tenía razón.

Razón de mercado, que puede o no estar en línea con un valor técnico. Y así.

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