6 de diciembre 2020 - 12:08

Advierten que aprovechar contexto internacional favorable dependerá de cuestiones internas

En su informe la consultora económica sostiene que en el futuro cercano las condiciones internacionales serían benévolas el año entrante para Argentina. "El viento externo soplará de cola y no de frente" explican.

El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, anunció la designación de Janet Yellen como secretaria del Tesoro Americano.
El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, anunció la designación de Janet Yellen como secretaria del Tesoro Americano.

En su último informe Ecolatina sostiene que hay "cierto optimismo al final de un año signado por la pandemia/cuarentena y su efecto demoledor sobre la economía global". Entre otras cosas debido a que el Reino Unido fue el primer país en aprobar la vacuna contra el Covid-19 (Pfizer-BioNTech), dando el puntapié inicial a las campañas masivas de vacunación a lo largo y ancho del mundo.

"La vacuna no es una solución instantánea, pero es el comienzo de un proceso que acelerará la generación de anticuerpos por parte de la población (a la vía del contagio se le suma la vacuna)" dice la consultora. Si bien el coronavirus generó consecuencias económicas negativas a nivel local e internacional, el informe tiene por objetivo develar cómo será la evolución de la economía en el país de cara al 2021.

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Las últimas noticias del panorama global fueron positivas. En primer lugar, el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, anunció la designación de Janet Yellen como secretaria del Tesoro Americano. "Esta economista (ex-presidenta de la FED) promueve una política fiscal estadounidense expansiva, además de ser una partidaria de la política monetaria laxa" explica Ecolatina.

Por otra parte, la consultora señala como positivo del contexto internacional, la expectativa de que la tasa de interés de referencia internacional se mantenga cercana a cero, la promesa de un paquete fiscal significativo en la principal economía mundial en 2021 y una tendencia hacia menores restricciones a la movilidad/producción. "Si en octubre el FMI proyectaba un repunte de más de 5% de la actividad mundial, hoy hay motivos para ser incluso más optimistas: en 2021 se recobraría todo el terreno perdido producto de la pandemia (recuperación en forma de “V”)" explica Ecolatina.

La consultora sostiene que el crecimiento global incrementaría la demanda de las exportaciones argentinas (se proyecta que las exportaciones de los países emergentes trepen 9,5% en 2021), lo que traccionará la producción doméstica y el ingreso de dólares. En particular, la recuperación de Brasil favorecería la venta al exterior de productos industriales, y podrá reactivar la generación de empleo.

Las expectativas del mercado respecto de la actividad brasileña son positivas. Como recalca Ecolatina, la caída esperada para 2020 -que llegó al 6,6%- se ubica actualmente en 4,5%, y se proyecta para el año que viene un rebote de 3,5% (recuperando buena parte del terreno cedido). Además, China acelerará su tasa de expansión en 2021 tras el magro desempeño por la pandemia.

La consultora también destaca las condiciones de liquidez globales -causadas, también, por la baja tasa de la FED- que sostiene volvieron atractivos a los mercados emergentes. "La reversión del fly to quality (que en nuestro país comenzó en 2018, pero que en marzo afectó a todos) está abaratando el financiamiento a gobiernos y empresas de países en desarrollo. En este sentido, el diferencial de tasas (riesgo país) pagado por emergentes ya se encuentra en niveles cercanos a los previos a la pandemia (se ubica alrededor de los 340 puntos básicos a nivel global y en torno a los 380 para la región)" explica en su informe.

Por último, Ecolatina explica que el fuerte incremento del precio internacional de la soja (que ya se ubica en la zona de u$s430 la tonelada), debido en parte a los problemas climáticos que afectan la campaña agrícola de Estados Unidos, "más que compensa la probable pérdida de producción causada por la seca que afecta nuestro país".

A respecto explica que el contexto favorable será "siempre y cuando la cosecha efectivamente se exporte y no se retenga a la espera de mejores condiciones (léase un tipo de cambio oficial más elevado, menor brecha o reducción de retenciones), habría una mayor liquidación de agro-dólares, insumo clave para reducir las presiones cambiarias de cara a un año electoral".

"Las condiciones internacionales serían benévolas el año entrante para Argentina: el viento externo soplará de cola y no de frente" asegura Ecolatina pero advierte que "el contexto internacional sea favorable, poder aprovechar su impulso dependerá de cuestiones internas".

En primer lugar, en línea con la mayoría de países, Argentina llevó a cabo políticas fiscales expansivas para revertir la crisis desatada por la pandemia, recalca la consultora. "El incremento del bache fiscal tuvo que cubrirse mayormente con emisión monetaria. Este desequilibrio fiscal/monetario disparó las expectativas de devaluación impulsando la caída de reservas y la ampliación de la brecha. Estos factores, junto con los controles de cambio impuestos para administrar las fluctuaciones del dólar, desalientan la entrada de capitales" analiza Ecolatina.

"En simultáneo, a pesar de haber canjeado exitosamente los títulos públicos en moneda dura, el Gobierno no logra reabrir el acceso al financiamiento externo a tasas razonables y forzó a los privados a reestructurar deudas financieras para cuidar las reservas. Resta aún reperfilar el préstamo otorgado por el FMI, pero difícilmente se logre en el corto plazo bajar suficientemente el riesgo país como para aprovechar la elevada liquidez mundial" recarca la consultora.

A las dificultades del sector privado y público para conseguir financiamiento externo podemos sumarle un problema comercial. "Como se observó en los últimos meses, la elevada brecha/expectativa de devaluación invita a posponer exportaciones y adelantar importaciones", explica la consultora.

Por último, no hay que descartar, sostiene Ecolatina, el efecto de la histéresis: "La pandemia nos impactó luego de dos años de fuerte recesión, por lo que las capacidades de nuestra economía se podrían haber reducido respecto a las existentes en 2017. La desaparición de empresas y puestos de trabajo, con la consecuente pérdida de conocimientos y capacidad instalada, hará que el rebote sea menor que en países en los que la crisis duró apenas algunos trimestres" señala.

"Despejar las expectativas de devaluación pareciera ser clave para reducir el costo del financiamiento y lograr el pleno funcionamiento del aparato productivo y del comercio exterior. Un respaldo político contundente a la nueva política económica, el cierre de un acuerdo (EFF) con el FMI y una pronta llegada de las vacunas a nuestro país, ayudarían a aprovechar -aunque sea parcialmente- el viento de cola externo. A la suerte hay que saber acompañarla" cierra su informe.

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