"El gobierno controló un índice. No a la inflación"

Mondino es economista de la Universidad del CEMA. Cree que la economía estará a salvo el año próximo, salvo un problema climático o una caída en el precio de los commodities.

Diana Mondino cree que el conflicto con los productores ganaderos «fue manejado con mucho desconocimiento de las reglas de juego del sector». La economista de la Universidad del CEMA dice que «está controlado el índice, pero no la inflación» y que es indispensable para el año próximo «racionalizar el marco tarifario» en el sector energético.

Estas son las principales declaraciones de Diana Mondino a este diario:

Periodista: ¿Cómo ve desde el punto de vista económico a la Argentina para el año próximo?

Diana Mondino: Creo que hay un consenso sobre que el contexto internacional continuará siendo favorable para las economías emergentes, y por lo tanto, la Argentina será arrastrada en esa dirección y seguirá creciendo. El gobierno debe ahora decidir si soluciona problemas como el de la inflación para capitalizar esas oportunidades. Debe redefinir si aun a costa de valores políticos, como el precio de la carne, fortalece y potencia las exportaciones.

Conflicto rural

P.: ¿Se manejó correctamente el conflicto con los productores ganaderos?

D.M.: Fue manejado con mucho desconocimiento de las reglas de juego del sector. Sin considerar la importancia que tiene la carne en el Indice de Precios al Consumidor del INDEC, se tomaron sólo medidas disruptivas.

P.: Entonces, ¿qué podría hacer el gobierno para lograr que los precios de la carne en el mercado interno no suban?

D.M.: Hay muchas medidas posibles. Podría comerciar con Brasil, importar desde allá cortes populares y dejar que se exporten los cortes de categoría. Brasil no puede exportar por la aftosa, así que eso es perfectamente posible. También podría llevarse las retenciones a cero para que la ganancia obtenida por los cortes exportables compensen las pérdidas por los precios en el mercado interno. Y también deberían reforzarse otros sectores, como cuero, sebo o sangre.

P.: ¿Eso hubiera evitado el paro agropecuario?

D.M.: Seguramente, hubiera acercado posiciones. La violencia tiene un costo de largo plazo y demuestra incapacidad de diálogo de ambas partes. Hay que tener en cuenta que hay muchos productores que se están reconvirtiendo de la ganadería a la soja, pero no todos los campos sirven para plantar. Y las vacas son como máquinas, y acá se las mandó al desguace como hierro viejo. Se aceleró la matanza de hembras, y esto afecta el ciclo; entonces, habrá menos terneros el año próximo. Aquí afecta también el factor climático, aunque si las pariciones caen mucho, será difícil saber si fue por la sequía del segundo semestre o por acciones de control de exportaciones.

P.: ¿Está controlada la inflación?

D.M.: Está controlado el índice que la mide, pero la inflación no. Al gobierno debe preocuparle mucho este tema, porque impacta en la deuda externa, en los intereses que pagan los cupones ajustados por CER. El problema del control de la inflación no es que se haga, sino que los métodos utilizados no son de mercado.

P.: ¿Los riesgos de crisis energética continuarán en 2007?

D.M.: Este es un problema acumulativo. La Argentina debería ser exportadora de petróleo y es importadora neta. En materia energética, hay que pensar en políticas de largo plazo, lograr máxima eficacia por dólar invertido. Es indispensable mejorar la eficiencia en la generación y menores pérdidas en la distribución.

P.: Para solucionar este tema siempre se habla de aumento de tarifas.

D.M.: Hay muchas cosas que se pueden hacer. El gobierno puede dar un marco a la energía distribuida (para quienes tienen generadores propios que no usan y venden a la red). Aunque es cierto que hay que racionalizar el marco tarifario y permitir la libre contratación de precios en la energía adicional que se genere porque, si no, pasa como hoy, que nadie perfora.

Inversión

P.: ¿La falta de inversiones no tiene que ver con la inseguridad jurídica?

D.M.: Se puede fomentar inversión a través de un esquema tarifario o impositivo. La combinación de tiempo y tasa puede dar certeza desde el punto de vista jurídico. Pero ésta es más una decisión política que económica.

P.: ¿Seguirá el gobierno manteniendo el tipo de cambio alto?

D.M.: Al gobierno le cuesta mucho mantener el tipo de cambio real alto. Si quiere mantenerlo así, se produce una espiral inflacionaria, porque debe emitir para comprar dólares, y esa emisión genera inflación. Pero si el tipo de cambio nominal se mantiene estable y hay depreciación por inflación, no es necesario emitir para comprar dólares y la inflación se reduce. Tienen que elegir entre si quieren un tipo de cambio nominal o real alto. Me da la sensación de que el gobierno está paulatinamente concentrándose en la lucha contra la inflación y manteniendo sólo el tipo de cambio nominal.

P.: A pesar de que hay muchas medidas pendientes, es optimista.

D.M.: Sí. Creo que lo que puede afectar son cosas muy puntuales: un problema climático, una caída en el precio de los commodities (si es de la soja, tiene gran impacto en el superávit comercial y, si es el petróleo, más impacto en la recaudación impositiva).

Entrevista de Florencia Lendoiro