El oro avanzó por encima de la marca psicológica de 1.000 dólares la onza, porque la debilidad del dólar ayudó al metal a registrar su mejor desempeño trimestral desde comienzos del 2008.
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El oro al contado culminó a 1.009,10 dólares por onza troy, comparado con 993,95 dólares del cierre anterior en Nueva York, porque la divisa estadounidense caía frente a una cesta de monedas principales.
Un dólar más débil hace que el oro y otras materias primas cotizadas en moneda estadounidense sean más caras para los tenedores de otras divisas.
"Mucho de lo que estamos viendo hoy está ligado a la debilidad del dólar, pero el oro sigue siendo vulnerable", dijo el analista Robin Bhar de la firma Calyon, destacando también una pobre actividad en el mercado físico y flujos de chatarra de oro.
"Esto sugiere que necesitamos regresar y explorar la baja nuevamente", agregó.
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