6 de junio 2006 - 00:00

El regreso de un gallito histórico

Las imágenes del Mundial del '86 (última gran victoria de la Selección argentina) vuelven a llenar las pantallas de los canales de deportes y de noticias. Allí se ve a un Maradona delgado, un Olarticoechea con cabello, un Valdano ágil y joven y -sobre todo- a todos ellos ataviados con otra marca que la que tradicionalmente vistió al equipo nacional. Esa Copa FIFA el equipo de la AFA fue equipado por Le Coq Sportif, la marca francesa que por entonces formaba parte del grupo encabezado por Bernard Tapie, y que también tenía Adidas. En la Argentina, la desaparecida Gatic era licenciataria de ambas.

Ahora, veinte años después, la marca del gallito regresa de la mano de otro grupo local, Distrinando; esta empresa, de la familia López, abrirá dos plantas industriales en el área de Saladillo: una para hacer zapatillas vulcanizadas (capellada de lona con suela de goma) y otra para ensamblar partes de calzado deportivo. Sus prendas ya no son vestidas por las grandes estrellas del fútbol: su cara más visible es el ex tenista y actual estrella del reggae Yannik Noah, casi un símbolo de que las glorias pasadas pueden reciclarse.

«En principio, la planta de vulcanizado entregará 3.000 pares diarios, y se pondrá en marcha -junto con la otra- en un par de meses. Entre ambas darán empleo a 200 personas», dijo a este diario Carlos Morando, gerente general de Distrinando. El ejecutivo agrega que «creemos que la mayor parte de esa producción se la llevarán los productos de Le Coq», pero no descarta que allí también se hagan sus otras marcas propias, Rhino, Mach 2 y otras. En cambio, en su línea de indumentaria, «toda la producción está tercerizada» dice Morando. Después de varios años de virtual desaparición, la marca gala resucitó de la mano del fondo suizo Airesis, que la compró en enero de 2004, y cuyo principal accionista es el grupo Dreyfus, que a su vez «resucitó» Adidas tras el desastroso estado en que la dejó la administración de Tapie. Morando agrega que « actualmente, de lo que vendemos 40% se produce en el país y 60% se importa de Brasil y otros países; a fin de año, tras la puesta en marcha de las dos fábricas, esa proporción se invertirá». Para entonces, adelanta, ya habrán lanzado la marca Arena, de trajes de baño para competición.

El empresario afirma que proyectan que sus ventas estarán «30% por encima de 2005, en cantidad de unidades. En pesos será más por el efecto de la suba de precios». La empresa, además, continuará distribuyendo (como su nombre lo indica) zapatos de mujer «de moda» elaborados en Brasil por el gigante Picadilly.

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