Hasta 50%

Se conoció ayer finalmente cuánto más deberán pagar las empresas por el gas. El incremento variará entre 5% y 50%. Cuanto más lejos de los yacimientos, mayor será la incidencia del nuevo cargo en la tarifa. Se cierra así una semana negra para los costos empresarios por el ya anunciado incremento de las tarifas de electricidad. El problema no pasa por los pasos correctos que se dan (todavía son muy pocos) para afrontar la crisis energética. Lo preocupante es que las empresas deban asumir el aumento que no se traslada a consumidores, lo que puede ser sólo una ilusión, ya que posteriormente, con márgenes de rentabilidad lejos de ser holgados en muchos sectores, implicaría alza de precios.

Julio de Vido

El Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) informó ayer los cargos definitivos que pagarán las empresas medianas y grandes en las tarifas de gas, para financiar durante 8 años la ampliación de los gasoductos. El impacto sobre tarifa final será variable, pero puede afirmarse que oscilará entre 5% y 50% y se aplicará a partir del 1 de enero pasado, no estando previsto un escalonamiento.

La medida excluye a los consumos residenciales, al GNC y a las categorías P1 y P2, que alcanzan a los comercios muy pequeños.

Factores

La incidencia en la tarifa final depende de varios factores:

La distancia con respecto a los yacimientos. A mayor distancia, más alto es el cargo.

El precio del gas que esté pagando la empresa en este momento. Las plantas medianas que todavía les compran a las distribuidoras pagan alrededor de 1 dólar por millón de btu (unidad térmica del producto) mientras las más grandes compran en el mercado libre a un promedio de 2 dólares. Cuanto más se paga por el gas baja la incidencia del transporte en la tarifa final, y por eso el impacto del cargo específico que se estableció ahora es más alto para las medianas empresas que pagan más barato el fluido.

La cantidad de capacidad de transporte firme contratada. Cuanto más se contrató, según las ofertas presentadas en noviembre, mayor es el cargo específico que se abona, porque el mismo depende del volumen de metros cúbicos que se terminaron adjudicando a cada empresa o distribuidora de gas.

El impacto del transporte en la tarifa final de las empresas depende del mix que se conforma entre el precio del transporte firme y el interrumpible. Como éste es más barato, y el cargo específico paga capacidad en firme en los gasoductos,cuanto más interrumpiblese adquiere, menor es el efecto sobre la tarifa final.

Consideradas esas condiciones, teóricamente pagará más por el cargo específico, una empresa ubicada en Buenos Aires, lejos de los yacimientos, que el gas más barato y que haya requerido mayor cantidad de transporte en firme.

Impacto

Por estas variables, una fuente del Ministerio de Planificación, a cargo de Julio De Vido, insistió ayer en que «el impacto varía según cada cliente y no se pueden hacer estimaciones generales». Ratificó que en 8 años la capacidad de transporte se incrementará en 22,4 millones de metros cúbicos por día, lo que equivale a 16% o 17% de la instalada actualmente.

La obra se hará por etapas, incorporando cada año 7,5 millones de metros cúbicos durante un trienio. El vocero oficial descartó que se vayan a producir escalonamientos según el avance de la obra, sobre el cargo específico.

En apariencia, esto sería así porque 60% del costo del emprendimiento depende de los caños y la chapa que se acopia en un primer momento de cada etapa.

El cargo aprobado por el Enargas que se denomina «definitivo» es equivalente a 3,8 veces (280% más) de lo que se paga actualmente por el transporte firme de cada metro cúbico diario. El costo total a afrontar por las ampliaciones es de u$s 2.400 millones de dólares.

Si se hubiera repartido entre todos los usuarios que tienen el transporte garantizado como los hogares, o firme como las estaciones de GNC instaladas hasta 2003, el cargo hubiera resultado menor. Por eso, industrias y comercios se quejan y amenazan con reabrir la negociación por los precios con el gobierno.