El índice de precios al consumidor de Estados Unidos registró en febrero su mayor aumento en casi cuatro años, debido a un repunte en el costo de la gasolina, pero detalles del informe divulgado el viernes no mostraron señales de una aceleración de la inflación que pudiera preocupar a la Reserva Federal.
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El Departamento del Trabajo dijo que su índice de precios al consumidor aumentó un 0,7 por ciento el mes pasado, su mayor incremento desde junio del 2009, tras permanecer sin cambios en enero.
La gasolina fue la responsable por cerca de tres cuartos del alza en la inflación al consumidor. Economistas consultados pronosticaban que el IPC subiría un 0,5 por ciento en febrero.
Excluyendo alimentos y energía, los precios al consumidor subieron un 0,2 por ciento, una desaceleración frente al avance del 0,3 por ciento registrado en enero.
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