22 de octubre 2023 - 11:08

La pregunta que emerge debajo de la delgada capa de hielo sobre la que estamos parados

Los principales candidatos mostaron sus cartas. ¿Qué se pone en juego en esta elección y por qué es clave?

Los tres principales candidatos, en busca del objetivo más importante.

Los tres principales candidatos, en busca del objetivo más importante.

Algunos mensajes rápidos. Si hay capas de incertidumbre en esta elección, una de esas delgadas superficies es bastante nítida de concebir. Al margen de la elección de tercios y la pregunta del balotaje, lo que subyace, lo que asoma, es una pregunta que se desdobla, una interrogante que ha dado a luz a una mucho mayor.

Porque en las últimas semanas, ha quedado en claro que la pregunta ya no es si se necesita -o no- un plan de estabilización. En cambio, la duda que podría develarse en las próximas horas es qué tipo de plan de estabilización se aplicará y quién pagará el costo de dicha reforma. He ahí la pregunta que busca respuesta.

MILEI MASSA BULLRICH

Las propuestas, todas

Es probable que, si dejamos de lado la hojarasca del pobre debate electoral, nos quedemos con unas pocas ideas para cada candidato. Es un reduccionismo injusto. Puede caracterizarse a cada uno.

El ministro Massa, apuntalar salarios, liberar el aparato exportador, bajar el gasto público por la vía progresiva a través de menores subsidios a determinados sectores y la necesidad de rediscutir el acuerdo con el FMI. Bullrich, por su alterego Melconian, la cuestión del déficit cero, desregulación parcial, desdoblamiento cambiario y la forja de un bimonetarismo legal. Milei, resetear el sistema monetario, cambiar de régimen, recortar el gasto público, reforma del Estado, educación, desregulación de la cuenta capital, etc.

Así, podría pensarse que la duda ya no es si la economía necesita o no un plan de estabilización, puesto que todos los candidatos tienen uno en carpeta, sino de qué forma encararlo. Y aunque estamos en veda, vale pensar.

Las joyas de la abuela

Dentro de ese esquema, de la certeza que se necesita un plan estabilizador que reordene las variables financieras, se enquista otra pregunta: ¿Se necesita que el próximo presidente cambie de cuajo todas las políticas públicas y económicas aplicadas hasta ahora?

Sirve pensar entonces en un detalle no menor: pareciera que la Argentina no tiene un gran problema macroeconómico, sino un problema de liquidez de corto plazo. Necesita dólares.

Variables como la producción, empleo, consumo, inversión han registrado en los últimos años un desempeño importante. La falta de dólares y la exorbitante política de endeudamiento en el pasado inmediato han tensionado la administración del gasto público, ha disparado la inflación a niveles inéditos. La mala praxis en la conducción del Banco Central fomentada por el cogobierno con el FMI ha hecho el resto. La pregunta es: ¿qué plan se necesita?

Litio, petróleo y gas

Aquí la variable tiempo es más importante. Porque podría pensarse que tanto el complejo agroexportador -en 2024 sin sequía- y las exportaciones de minerales críticos e hidrocarburos podrían devolverle un fuerte ingreso de divisas. Y que esa vital inyección de recursos podría servir para consolidar sectores económicos que le quiten presión a la restricción externa.

¿Vale la pena privatizar YPF para compensar parte de un gasto público corriente, cuando el verdadero problema es que la economía necesita ingreso de divisas y la expansión de la matriz económica vinculada al sector exportador? De nuevo: si de algo hay certeza, es que se necesita un plan de estabilización, gane quien gane. Ese plan debe atender lo financiero, la moneda, construir credibilidad, liberar los factores productivos. Pero, ¿necesita una ola privatizadora y una desregulación absoluta de los mercados? ¿Necesita un estado bobo? Horas valiosas para pensarlo.

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