Larga disputa por u$s 8.000 millones

La modificación en el Código Aduanero conocida y denunciada ayer en el Congreso (ver nota aparte) sería uno de los argumentos con que Monsanto se presentaría en los tribunales internacionales con el fin de cobrar su patente por la soja RR. Están en juego exportaciones argentinas por u$s 8.000 millones anuales.

La discusión por las regalías en semillas lleva más de un año y medio; y se espera que en un plazo muy corto -algunos hablan de semanas- la multinacional inicie una acción jurídica contra algún exportador que despache un embarque de soja desde la Argentina. Sería el inicio de una nueva instancia que hasta ahora se ha tratado de evitar desde el gobierno. Pero las decisiones fuertes, que podrían ser hasta antipáticas para los clientes de Monsanto en la Argentina, son tomadas por Monsanto Co., con sede en Saint Louis, como una reciente carta enviada a los exportadores en la que se anuncian los próximos pasos por seguir, los que incluirían el cobro de 15 dólares por el canon tecnológico y las costas de la presentación judicial internacional.

Sin embargo, los productores argentinos aún no se manifiestan preocupados. Las entidades del campo dicen públicamente que ellos reconocen la necesidad de pagar por la tecnología aportada por Monsanto y por las restantes empresas. La cuestión pasa por cuánto van a pagar por una semilla que han venido sembrando durante los últimos 10 años y que la empresa inventora no ha patentado oportunamente.

Los negociadores de las entidades manifiestan también que la Ley de Semillas vigente (que no se cumple, no se hace cumplir y, por eso se generan estos problemas) dice que el precio de la semilla certificada ya incluye el pago del canon tecnológico. Además, manifiestan los técnicos, el régimen vigente indica que el uso propio gratuito no daña la propiedad intelectual de cada evento. La soja RR en disputa está patentada en los principales países que la compran y que la venden pero no está patentada en la Argentina.