La CGT de Hugo Moyano, con apoyo de Luis Barrionuevo (gastronómicos) y Armando Caló (metalúrgicos) le reclamarán hoy a Néstor Kirchner que no otorgue personería gremial a la CTA.
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La posibilidad de un reconocimiento oficial a la CTA alarmó seriamente a la CGT oficial, luego de conocerse que desde la Organización Internacional del Trabajo se pedirá nuevamente en su reunión del 13 de junio esa medida. No es esta alternativa, sin embargo, la que provoca el pánico de los gremialistas, sino la posibilidad que sea aceptada por Cristina Fernández de Kirchner, cuando hable ante ese organismo de las Naciones Unidas. Sucede que la senadora será la enviada de Néstor Kirchner a esa reunión y la información que el « embajador» cegetista Gerardo Martínez de la UOCRA recibió en Ginebra es que Cristina Fernández podría hablar a favor de la CTA. El dato llegó a los oídos de Moyano, vía Julio Piumatto (Judiciales) y Roberto Fernández (UTA). «Hugo, si esto pasa, te quedás solo», dijeron telefónicamente. «Esto no pasará mientras yo esté en la CGT. Es una promesa de Néstor», respondió el líder camionero.
Ayer, los dirigentes de la CTA comenzaron a calentar el ambiente, al cuestionar Yasky a la CGT de Hugo Moyano, por «impedir la libertad sindical». El dirigente de los docentes recordó que el organismo urgió al gobierno a dar una respuesta puntual sobre este pedido y a «tener plenamente en cuenta las disposiciones del Convenio 87», donde la OIT llama a legalizar a la CTA.
La Comisión de Aplicación de Normas y Recomendaciones de la OIT «pidió al gobierno que con el conjunto de los actores sociales del país elabore un proyecto de ley para dar plena acción al convenio, teniendo en cuenta la totalidad de los comentarios de los expertos».
Yasky recuerda cuando en los primeros seis meses de gestión de Kirchner, cuando el titular de la CTA era Víctor De Gennaro y acompañaba la gestión del patagónico, éste deslizó en varias oportunidades la posibilidad de legalizar la central gremial, lo que finalmente quedó archivado al ritmo de la mejora de la relación oficial con Hugo Moyano.
Precisamente, el camionero tendrá hoy, tal como adelantó ayer este diario, la posibilidad de volver a la Casa de Gobierno para convenir la forma en que el sindicalismo justicialista clásico acompañará los últimos seis meses de gestión presidencial. Descartando la legalización de la CTA, las presiones de Moyano irán por el reclamo de la apertura del Consejo del Salario para que el sueldo mínimo sea de 1.050 pesos mensuales (el gobierno, pese a las desmentidas de ayer, lo subiría cerca de los $ 1.000). Además, pedirán que las jubilaciones mínimas lleguen a $ 600.
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