El grupo conformado por SLI (de Samuel Liberman) y la española Codere (operadora de bingos en el país) por un lado, y Welmir (subsidiaria del grupo de empresas del reverendo coreano Sun Myung Moon) siguen comiéndose las uñas en relación con la muy postergada adjudicación del hipódromo montevideano de Maroñas.
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Es que la Comisión Evaluadora designada por el gobierno uruguayo, que debía expedirse sobre cuál de los postulantes por el circo hípico calificaba para presentar oferta económica, se tomó dos semanas más que lo previsto para hacerlo, y recién mañana o pasado daría a conocer su informe.
Hasta ahora, ese organismo precalificó las propuestas técnicas de ambos contendores a pesar de que los dos aseguran que la de «los otros» es inaceptable. Lo cierto es que el grupo formado por SLI/Codere, y que lleva como operador técnico a la texana Lone Star Park -un hipódromo de Dallas que se comprometió a convertirse en socio con 10% de las acciones en caso de ganar la licitaciónpromete inversiones por u$s 44 millones a lo largo de los 30 años de la concesión. En sentido inverso, Welmir -que lleva a HAPSA, Hipódromo Argentino de Palermo SA como operador-invertirá u$s 20 millones, buena parte de los cuales se desembolsará al final del período de 30 años. Este hecho, desde ya, pone en ventaja a la gente del reverendo Moon desde las gateras, dado que el ganador será quien prometa el mayor canon al Estado uruguayo. Al invertir menos, es obvio que estarán en condiciones de ofrecer mayor rédito al fisco que sus únicos competidores. Por eso el consorcio rival está tratando de convencer a los evaluadores, a través de las objeciones que presentaron, de una supuesta insolvencia tanto de la gente de Moon como de los operadores técnicos. Se sabe que usaron como argumento las dificultades -públicas-por las que atraviesa HAPSA, y que por estas horas se habrían acrecentado.
En efecto, trascendió que la Lotería de la Provincia de Buenos Aires habría presentado una denuncia ante el ente recaudador provincial contra HAPSA por un monto cercano al millón de dólares, proveniente del no pago de derechos por televisar en Palermo carreras que se desarrollan en el Hipódromo de La Plata. Del otro lado, dicen que la actividad de los bingos que opera Codere también está complicada, y que a todo el mundo en el negocio del juego la situación económica le provoca dificultades, que se resolverán (léase ponerse al día con el fisco bonaerense) cuando se atenúen los efectos de la recesión.
De todos modos, habrá que esperar qué sucede con el dictamen de la Comisión Evaluadora. Como se trata de apuestas, SLI/Codere tiene todas las fichas puestas en que dicha comisión decida que «los otros» no pueden cotizar; la gente de Moon, por el contrario, se «jugó» a que el canon alto les garantice cruzar la línea de llegada con ventaja sobre sus rivales.
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