21 de febrero 2021 - 15:38

Cuales serán los sectores ganadores y perdedores en la economía del 2021

De acuerdo a un relevamiento de la consultora económica, el efecto de la pandemia en la economía argentina fue dispar sectorialmente, observándose distintas velocidades de recuperación en los últimos meses.

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Télam

La pandemia y la cuarentena golpearon fuertemente a la economía argentina: el PBI cayó cerca del 10% en 2020, acumulando su tercer año de caída. Sin embargo, su efecto no fue homogéneo sectorial ni temporalmente: la crisis afectó de manera heterogénea a los distintos rubros, observándose distintas velocidades de recuperación en los últimos meses.

Según un informe de la consultora Ecolatina, la economía argentina entró a 2021 con dos grandes interrogantes: el frente cambiario y el frente sanitario. "En un año electoral, el gobierno apostará a atrasar al dólar oficial para moderar la inflación apostando a una abundante liquidación de agro-dólares y al control de cambios e importaciones", reza el relevamiento. Por otro lado, el Ejecutivo apuntalaría el gasto de las familias a través de financiamiento barato, como por ejemplo el plan Ahora 12.

Entre los motores de la recuperación económica, Ecolatina identificó a los bienes durables como los principales favorecidos por el escenario económico descripto. En efecto, tras sufrir un fuerte golpe en el momento más complejo del ASPO, las ventas de electrodomésticos, autos, motos, muebles e insumos vinculados al mantenimiento y reparación de la vivienda han venido mejorando sensiblemente, traccionando distintas ramas industriales.

Por su parte, la construcción se perfila como otro de los motores de la recuperación.Si bien la demanda de insumos del sector concluyó 2020 con una caída de casi 20%, durante los últimos meses ha mostrado una clara recuperación en “V” que le permitió superar con creces los niveles pre-pandemia. Además de esta dinámica, las menores restricciones a la actividad permitirán que una mayor cantidad de compañías reanuden paulatinamente sus obras en un contexto en que el costo de construcción al tipo de cambio financiero mantiene un gran atractivo. A la vez, se sumará el impulso de políticas públicas como el Pro.Cre.Ar., y la obra pública jugará a favor: "Esperamos que los gastos en capital crezcan en torno al 50% en términos reales en 2021".

Por último, la industria automotriz también estará entre los sectores favorecidos. Por un lado, porque crecerá la participación de la producción local en los patentamientos frente a la recuperación de la demanda doméstica en un contexto de restricciones a las compras externas y de dólares oficiales. En sentido contrario, es probable que se reduzca la oferta importada de unidades de alta gama por un endurecimiento en la política comercial. En segundo lugar, esperamos un repunte en las ventas al exterior a partir de eliminación de las retenciones para las exportaciones que superen los niveles de 2020 y el mayor dinamismo del mercado brasilero.

En contraposición, estiman que los sectores más castigados en la era Covid-19, turismo, gastronomía, entretenimiento, cultura y servicios personales seguirán operando por debajo de la pre-pandemia, incluso cuando la vacuna llegué masivamente a la población y las restricciones se relajen sensiblemente. En este sentido, es probable que la recuperación total en estos servicios no se observe hasta, por lo menos, 2022.

En contraste con lo esperado para el consumo durable más arriba, las perspectivas para el consumo masivo son desfavorables. Dejando bien atrás el boom de los primeros meses del aislamiento generado por la incertidumbre y los temores de un potencial desabastecimiento, las ventas en estos canales han pasado a terreno negativo en términos interanuales o, en el mejor de los casos, se estancaron. Esta dinámica obedeció a la ampliación del menú de gastos de las familias tras la salida de la cuarentena en un contexto de fuerte deterioro del poder de compra (caída del salario real acompañado de destrucción de puestos de trabajo).

Finalmente, otros bienes de consumo semi-durables, como indumentaria, textil y calzado, tampoco lograrán despegar significativamente. En 2021, la suerte de estos segmentos seguirá condicionada por las posibilidades de recuperación del ingreso real, la normalización de los protocolos de venta al público y la menor cantidad de reuniones sociales en relación con la pre-pandemia: la gente no renueva el guardarropa para estar de entrecasa.

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