7 de abril 2022 - 12:50

Cómo cultivar en tu casa el "oro verde", una de las plantas más caras del mundo

Con su sabor inconfundible, el wasabi es sin duda el acompañante obligado del sushi. El kilo puede alcanzar los 300 dólares y requiere de muchos cuidados y dedicación en su cultivo.

Wasabi, el acompañante del clásico sushi.

Wasabi, el acompañante del clásico sushi.

Se trata de una de las plantas más preciadas en el mundo tanto por lo estético como por lo económico. Este vegetal oriundo de Japón tiene la particularidad de crecer de forma natural al borde de arroyos y ríos. La demanda aumentó con los años como parte de la expansión gastronómica de la cocina nipona alrededor del mundo, donde hoy se llega a pagar entre 250 y 300 dólares el kilo.

Cada planta tiene sus virtudes y beneficios y esta no es la excepción. La Wasabia japonica o Eutrema japonicum, según su denominación científica, es un vegetal que surge de forma natural y con los años se ha adaptado para ser cultivado en macetas o en un jardín si recibe los cuidados necesarios.

Con la globalización, la expansión de la gastronomía oriental alrededor del mundo fue clave para entender por qué hay una demanda alta del producto. El wasabi es una planta de la misma familia que el rábano picante y la mostaza, por lo que también es conocido como el “rábano picante japonés”. Lo que importa a los fines culinarios es su tallo, muy utilizado en las preparaciones, por lo que su cotización en el mercado es elevada.

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Las variedades más conocidas de la Eutrema japonicum son la daruma y la mazuma. Es de esta planta, y más específicamente de su rizoma o tallo subterráneo, de donde sale el wasabi de verdad. Este complemento se utiliza en cantidades muy pequeñas como complemento del sushi y se caracteriza por su tono verde y un sabor altamente picante. “Empecemos con lo básico: lo que se encuentra en Occidente no es wasabi real, es wasabi falso”, dice el chef Aya Yamamoto de Gastronomia Yamamoto en Milán.

¿Por qué es tan cara la planta de wasabi?

Sin duda es una de las más caras del mercado, sobre todo el tallo, que es la parte utilizada en gastronomía: un kilo de esta parte puede alcanzar hasta los 300 dólares. La razón de su elevado precio hay que buscarla en la gran cantidad de agua que esta planta necesita para desarrollarse, en los exhaustivos cuidados que precisa para crecer y en su lento crecimiento ya que hay que esperar varios años hasta que la planta tenga un tallo que pueda ser utilizado con fines gastronómicos.

En Japón, el wasabi se utilizaba originalmente por sus propiedades antibacterianas, especialmente para la conservación de alimentos, antes de la invención de las heladeras. También se usaba en medicina como digestivo y antiséptico y recién en el siglo XVII se comenzó a consumir como alimento.

De este modo la delicada planta es una de las más difíciles de cultivar, dado que necesita tener las raíces de forma permanente en agua y un clima frío (entre 10 y 15 grados centígrados) sin luz del sol directa. Fuera de Japón, se cultiva en países como China, Taiwán, Nueva Zelanda y Australia, aunque también se ha conseguido cultivar en algunos lugares de España y Latinoamérica.

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“En Japón, lo que llamamos wasabi ‘hon’, es decir, ‘auténtico’ o ‘indígena’, es muy caro”, explica Aya. “Un kilo cuesta casi 300 dólares”. Para abaratar el coste, la mayoría de las pastas de wasabi del mercado global se hacen con el rizoma del rábano picante, de la misma familia que el wasabi, y que se mezcla con colorante verde y se reduce hasta conseguir la pasta. A veces también se añade mostaza, además de una pequeña cantidad de wasabi real o polvo de wasabi seco.

Como plantar wasabi en tu casa

Si pensás en la alternativa de tener tu propia planta de wasabi, acá te damos algunas recomendaciones. Tené en cuenta que es una de las plantas más difíciles de cultivar, por lo que la paciencia es algo fundamental.

Primero, el wasabi necesita un ambiente húmedo y una temperatura sin cambios bruscos y moderada. La temperatura ideal para su cultivo es entre los 10 y los 15 grados, mezclando frío y humedad.

Lo más adecuado para conseguir las condiciones adecuadas es utilizar un invernadero que te permitirá controlar la temperatura. Es fundamental que el espacio donde la cultives no tenga exposición directa al sol, dado que no tolera bien la luz fuerte. Para evitar este problema, se recomienda protegerla con otras plantas más altas, tal y como ocurre en su hábitat natural.

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El suelo donde vayas a plantar el wasabi debe estar compuesto por una mezcla de un fertilizante orgánico y otro rico en sulfuro. La tierra debe tener un pH (entre 6 y 7) y tener un buen drenaje para que la planta esté siempre húmeda pero no se encharque. A partir de aquí ya podés trasplantarla.

Si comenzás la siembre desde cero, usando las semillas, es necesario mantenerlas húmedas durante uno o dos días antes de plantarlas. El truco es que durante la noche antes, ponerlas en un cuenco y cubrirlas con agua destilada o desmineralizada.

El objetivo siempre es mantener las semillas en remojo ya que esto ayudará a que germinen mejor. A la mañana siguiente, meté las semillas en la tierra y presiona suavemente. Una vez hecho esto, es importante mantenerlas siempre húmedas, al igual que la tierra, pero sin colocar agua en exceso, evitando los charcos.

Se debe prestar especial atención a esto, ya que debido a la gran cantidad de agua de la que siempre está rodeado en su ambiente natural, el wasabi es propenso a sufrir enfermedades como los hongos. Con todos estos consejos y una buena dosis de paciencia y también algo de suerte, en aproximadamente dos años podrás tener tu wasabi en casa.

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