21 de febrero 2020 - 00:00

Tarifas: aumentos serán para sectores con mayor ingreso

Alberto Fernández y Santiago Cafiero.

Alberto Fernández y Santiago Cafiero.

Comenzaron a conocerse algunas certezas relacionadas al denominado “día 181”, fecha clave que preocupa a los economistas en relación a lo que pueda ocurrir con la inflación. Es que luego de los primeros seis meses del año, se terminará el plazo previsto en la Ley de Solidaridad para el congelamiento de las tarifas de los servicios. Y ayer, Santiago Cafiero dio detalles de lo que puede ocurrir a partir del 1 de julio. Según el jefe de Gabinete, “probablemente” se disponga un aumento en las boletas de luz y gas, pero aclaró que será para “los sectores que lo puedan soportar”.

El funcionario señaló que el Ejecutivo suspendió los ajustes previstos para diciembre con el fin de “elaborar un nuevo cuadro tarifario que seguirá sosteniendo fuertemente la tarifa social”. Cafiero destacó la política del Gobierno en torno al tratamiento de los servicios públicos y se diferenció en ese sentido con la gestión de Mauricio Macri: “Hemos cambiado las prioridades”.

La semana pasada, este diario había anticipado que el Gobierno estaba trabajando en la recomposición del cuadro tarifario, para que entre en vigencia en julio, con la premisa de que los aumentos recaigan sobre quienes más tienen. En ese sentido, la directiva presidencial es que “la cuenta de luz o el gas no debe significar un problema para la gente”.

Las tarifas de gas aumentaron por última vez en abril del año pasado. La suba en ese momento fue del 29%, y el por entonces gobierno de Mauricio Macri dio la posibilidad de diferir un 22% del pago de las boletas de invierno para los meses de verano, cuando el consumo disminuye. Los valores debería haberse actualizado en octubre, en base a la inflación mayorista de los últimos seis meses (fue del 30%), pero dicha suba fue pospuesta por Macri en medio de una inflación en alza producto de la devaluación tras las PASO.

En el caso de la electricidad, las tarifas subieron en dos oportunidades el año pasado: en febrero y en marzo. Dichos incrementos fueron del 43,6% y los precios deberían haberse actualizado en agosto, pero el Gobierno lo postergó hasta fin de año. Por entonces, la audiencia que debía realizarse para analizar el incremento cambió de fecha y luego, con la llegada de Alberto Fernández y la Ley de Solidaridad, el valor quedó congelado hasta mitad de 2020. Según aseguraron a este diario fuentes del sector, “sólo por el valor de distribución, las tarifas tienen un atraso aproximado del 30%”.

Con los combustibles ocurre algo distinto. Si bien el congelamiento no forma parte de la ley de Solidaridad, los precios están estabilizados “de hecho”. A fines de diciembre Alberto Fernández frenó una suba prevista por YPF (que tiene la mayor parte del mercado) y luego, para quitarle presión a las petroleras, postergó los incrementos de los impuestos a los combustibles. La última actualización en los surtidores se dio en diciembre, después de que pasaran casi noventa días sin variaciones.

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