Desde el punto de vista del análisis de los datos macroeconómicos esta semana es una de las más complejas del año por el cúmulo de datos que se difunden. Esperemos que las cosas resulten "claras" y que lo vivido ayer con las acciones no sea un prolegómeno de lo que está por venir. Si bien minutos antes del arranque las operaciones sobre los futuros de índices apuntaban a un inicio positivo, casi de inmediato los precios de los principales papeles entraron en la zona perdedora. Teniendo en cuenta que ésta fue sólo la primera de 8 "patas bajistas" que se experimentaron a lo largo del día, se entiende porque esperamos que las cosas no sean "tan movidas" de aquí al viernes. Pero con los datos sobre la confianza de los consumidores difundiéndose en apenas horas, más el primer adelanto del PBI para el tercer trimestre del año, junto con los valores del ISM y el PMA de Chicago, más los datos del consumo y gastos personales, sumando los números sobre la situación laboral este viernes y un sinnúmero de otros datos de menor relevancia, es probable que la "suerte" no nos favorezca. Hay que tener en cuenta que con el escaso interés que mostraron ayer los inversores (apenas 1.285 millones de papeles en el mercado tradicional y 1.530 en el electrónico), hubiera hecho falta muy poco para definir una "tendencia". No hubo muchos motivos para tanta incertidumbre, ya que apenas se difundieron los balances de Northtrop, Xerox, Kellog (positivos), Broadcom y Compuware, y algunas otras empresas de "segunda línea". Tal vez lo mejor que pasó ayer es que a pesar de no tener un justificativo más allá de la propia dinámica del mercado, el Dow sólo retrocedió 0,19% para quedar en 9.266,51 puntos. Después de todo, los treasuries siguieron en baja y la tasa de 10 años trepó a 4,315%.
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