23 de julio 2002 - 00:00

Varios países tuvieron su consejo de notables

La conformación finalmente de la comisión de notables para que asesore al gobierno argentino sobre la política monetaria y el sistema financiero marca la ineptitud de la mayoría de la clase política argentina de ser mínimamente capaz de administrar responsablemente los recursos del Estado en sus tres niveles: nacional, provincial y municipal.

En la época moderna nunca se formularía una proposición tan degradante con respecto a Estados Unidos, Alemania, España, Italia, Francia, Australia, Canadá, o bien entre nuestros vecinos Brasil, Chile o el más lejano México, estos últimos, países próximos a la Argentina en el pasado reciente de la categoría países emergentes exitosos
. Que pueda ser necesaria ante la incapacidad propia no quiere decir que no sea vergonzante como país soberano. La comisión de notables tiene, además, una fuerte relación con la reciente propuesta de los economistas del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Ricardo Caballero y Rudiger Dornbusch, que propician directamente la entrega de la soberanía financiera y monetaria argentina a manos extranjeras como pilar para la recuperación de la Argentina ante la incapacidad de la clase política para administrar el país. Es de esperar que la Argentina pueda contar en el futuro con autoridades políticas y funcionarios del área económica lo suficientemente capaces para diseñar e implementar programas económicos propios (y lógicamente exitosos) sin caer en la vergüenza total y absoluta de tener que entregar la soberanía financiera y económica, como ha ocurrido con otros países en época pasadas. Veremos algunos de dichos casos en el presente, sin perjuicio que ha habido otros.

TURQUIA

La imposibilidad del Imperio Otomano de afrontar los pagos bajo su deuda en 1873 forzó a sus acreedores a tomar medidas de control financiero
. La más importante fue la decisión de conformar un comité de acreedores extranjeros con el objeto de controlar las finanzas del imperio. Poco tiempo después, el imperio acordó con sus acreedores extranjeros entregar a favor de ellos el cobro de los impuestos para que exista mayor seguridad en el pago de la deuda externa y de nombrar a un agente del gobierno británico como presidente del Banco del Imperio Otomano.

De esta manera se formó la Administración de la Deuda Pública Otomana. Su consejo administrativo se integró con tenedores de bonos de Gran Bretaña, Holanda, Francia, Alemania, Austria-Hungría e Italia. La administración tuvo éxito en el manejo de las finanzas otomanas, en el cobro de impuestos y en la cancelación de la deuda al controlar eficientemente el déficit y al asegurar los pagos bajo la misma. El resultado del buen manejo fiscal y administrativo fue la recuperación de la confianza internacional en el imperio, lo que permitió la vuelta de las inversiones y los préstamos extranjeros.

EGIPTO

En 1880, un año después del default de su deuda externa por parte de este país africano, Gran Bretaña y Francia, principales naciones acreedores, intervinieron financieramente el país, estableciendo una comisión bipartita (integrada por un representante de cada país) con el objeto de controlar sus finanzas, recuperar su salud económica y productiva y asegurar los pagos bajo su deuda
. Sus funciones fueron: cobrar los impuestos, aprobar el presupuesto y los pagos bajo el mismo, además de intervenir en el diseño del programa financiero general. Dos años más tarde, la situación política se deterioró al extremo y, en el marco de un clima de anarquía, enfrentamientos internos violentos (incluyendo varios muertos y fuertes represiones), Gran Bretaña intervino militarmente tomando el control político y financiero absoluto del territorio. Hacia 1890, las finanzas de Egipto se recuperaron plenamente y hacia 1904 gozaba de un crédito similar al de las principales naciones de Europa.

VENEZUELA

En 1902 se produce un evento militar, diplomático y financiero de gran magnitud. Las flotas de guerra de Gran Bretaña, Italia y Alemania bloquean los puertos de Venezuela ante la negativa de este país de someterse a un arbitraje internacional para resolver diversos reclamos financieros, incluyendo varios préstamos otorgados por inversores extranjeros que se encontraban en default. La marina venezolana inicialmente hace frente al bloqueo y los buques británicos hunden varios barcos locales. Luego de tres meses de bloqueo, Venezuela capitula y acuerda el arbitraje sobre dichos reclamos, además de implementar diversas medidas de administración financiera exigidas por los países extranjeros a los fines de una mayor eficiencia en el manejo de los recursos públicos.

LAS DOCTRINAS MONROE Y DRAGO

E
l bloqueo a Venezuela en 1902 provocó la intervención del Ministro de Relacio-Exteriores de Argentina Luis María Drago, quien se opuso enérgicamente al uso de la fuerza para reclamar pagos bajo la deuda pública de un Estado soberano. El canciller expresó, no obstante, que su postura no podría ser usada en el contexto de mala fe, desorden e insolvencia voluntaria y deliberada por parte de un Estado. Su intervención se materializó mediante una carta al gobierno de los Estados Unidos solicitándole la adopción de una postura común de rechazo a la intervención europea y se basó en la doctrina enunciada por el ex presidente de ese país James Monroe, sintetizada en la expresión: ¿América para los americanos? La postura de Drago fue aprobada por la Conferencia Panamericana de 1905 y ratificada parcialmente en la Conferencia de Paz de La Haya de 1907.

LAS INTERVENCIONES AMERICANAS

Hacia comienzos del siglo veinte, Estados Unidos también llevó adelante controles financieros en el exterior juntamente con nes intervenciones militares. En particular, tomó el control financiero de Haití, República Dominicana y Nicaragua, ante situaciones similares a las que daban lugar al control europeo, es decir, default de la deuda externa (gran parte de la misma en manos de inversores estadounidenses), incapacidad para manejar eficiente y honradamente los presupuestos públicos y situación de inestabilidad política y caos social extremos.

Asimismo, durante la década de 1920, varios gobiernos extranjeros contrataron asesores financieros internacionales (notables) para asistirlos en la estructuración de la administración pública nacional. El caso más importante fue el del profesor de la Universidad de Princeton
Edward Kemmerer, quien asistió a Colombia, Guatemala, Chile, Ecuador, Bolivia y Perú. Más acá en el tiempo, el profesor de Harvard Jeffrey Sachs asesoró a Bolivia en 1985 y a varios países bálticos luego de la desintegración de la Unión Soviética en 1990/ 1991.

EL CONTROL FINANCIERO DE LA LIGA DE LAS NACIONES

Luego de la Primera Guerra Mundial se formó la Liga de las Naciones como foro internacional
. Si bien sus funciones fueron principalmente de naturaleza diplomática, también llevó adelante programas de asesoramiento y control financiero a países en crisis. Las condiciones de dichos programas eran, en líneas generales, las siguientes:

• control externo sólo a requerimiento del país en crisis;

• participación de éste en la elaboración del programa financiero, y

• ejercicio el control por parte de órganos conformados por representantes de la comunidad financiera internacional
. El país recibía a cambio financiamiento otorgado por gobiernos extranjeros e inversores privados. Los auditores de la Liga de las Naciones jugaban un papel similar al que en la actualidad desempeñan los representantes del Fondo Monetario Internacional. Este tipo de financiamientos fue otorgado entre otros a Austria (caso más exitoso), Bulgaria y Grecia en la década de 1920.

(*) Abogado. Master de la Universidad de Pennsylvania.

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