Wall Street rompió las alzas y finalizó con pérdidas moderadas debido a algunos datos macroeconómicos mediocres en EEUU, tras una semana y media consecutiva de subas. El Dow Jones, que agrupa a treinta de las mayores empresas que cotizan en bolsa restó 0,2%, el Nasdaq 0,3% y el S&P500 0,2%.
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Tras diez sesiones seguidas de avances y ocho récords consecutivos en el Dow, la racha alcista perdió su empuje. Esta fue influida por la caída de la confianza de los consumidores en marzo, según los datos provisionales divulgados por la Universidad de Michigan. Y si la producción industrial subió en febrero en Estados Unidos más de lo previsto, el llamado "índice Empire State" sobre la actividad manufacturera en la región de Nueva York registró un retroceso en lo que llevamos de marzo.
Así las cosas, y con los mercados europeos orientados a la baja mientras los ministros de Finanzas de la zona euro discuten en Bruselas el estado de las negociaciones para el rescate de Chipre, los ánimos de Wall Street no fueron apropiados para incursiones en nuevas compras.
Más de dos tercios de las empresas del Dow Jones sufrieron pérdidas, encabezadas por el banco JPMorgan Chase. Fue debido al informe del Senado estadounidense sobre la gestión de su oficina de Londres, donde las apuestas excesivamente arriesgadas de un operador en el negocio de derivados causaron el año pasado pérdidas multimillonarias.
Las principales bolsas europeas también cerraron la semana financiera en baja. Madrid perdió 0,4%, Fráncfort 0,2%, Milán 0,4%, París 0,7% y Londres 0,6%, Atenas 0,8%.
De todos modos los inversores mantuvieron algo de optimismo gracias a los estímulos de los bancos centrales y la mejora de la economía de Estados Unidos. Los operadores dijeron que los precios de las acciones podrían estar volátiles por el vencimiento mensual y trimestral de los futuros y las opciones, lo que supondrá un reajuste de las carteras de los inversores en algunos casos.
Más temprano, el índice Nikkei de la bolsa de Tokio cerró a un nuevo máximo de cuatro años y medio con un alza de 1,4% a 12.560,95 unidades. De esta forma registró su cuarta semana seguida de ganancias por las crecientes expectativas de que el banco central japonés relaje su política monetaria de forma agresiva, una vez que asuma la nueva dirección de la entidad.
En Shanghái, la bolsa obtuvo ganancias de un 0,4%, en su segunda jornada consecutiva al alza, después de su peor racha de caídas en tres meses, tras sufrir descensos continuados durante los cuatro días anteriores a ayer.
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