“Adoptaré una postura de guerra si el Capitolio investiga mi Gobierno”

TENSIÓN. Donald Trump atacó al periodista de CNN, Jim Acosta, tras una pregunta sobre inmigración.

Washington - Donald Trump ofreció ayer una combativa conferencia de prensa, se jactó de su responsabilidad en los avances republicanos logrados en las elecciones del martes y advirtió que adoptaría una "postura de guerra" si los demócratas investigan su Gobierno.

La oposición encabezará ahora las comisiones de la Cámara de Representantes que pueden investigar la situación tributaria del presidente, posibles conflictos de interés empresariales y potenciales vínculos entre Rusia y la campaña de 2016.

Trump se sintió alentado por victorias que ampliaron la mayoría republicana en el Senado de Estados Unidos y añadió que estaba dispuesto a trabajar con los demócratas en prioridades clave, pero que cualquier investigación a su Gobierno perjudicaría las perspectivas del bipartidismo.

"Pueden jugar ese juego, pero nosotros podemos jugarlo mejor", advirtió. "Todo lo que va a hacer es terminar con un ida y vuelta y de un lado a otro, y en dos años escalará y no habremos hecho nada".

Un Congreso dividido, unido a la visión de Trump de que el ejecutivo tiene amplios poderes, puede augurar un mayor distanciamiento y un estancamiento legislativo en Washington.

No obstante, ambos protagonistas pueden tener algo de margen para trabajar en temas bipartidistas, como un paquete para mejorar la infraestructura, protecciones contra el aumento de los precios de los medicamentos y el impulso para equilibrar el comercio con China. "Podría ser una bella situación bipartidista", afirmó el mandatario.

Trump afirmó que Nancy Pelosi, quien podría ser la siguiente presidenta de la Cámara, le había expresado por teléfono su deseo de trabajar juntos. Pelosi podría volver a ser la mujer más poderosa en la política de Estados Unidos, y líder de la oposición contra Trump. El cargo de presidente de la Cámara de Representantes del Congreso es el tercero más importante del país, después del de presidente y vicepresidente y es un puesto que Pelosi, de 78 años, ya ocupó entre 2007 y 2011. La funcionaria aseguró desde El Capitolio que los demócratas estaban dispuestos a trabajar con Trump en la medida de lo posible, pero agregó: "Tenemos la responsabilidad constitucional de supervisar".

Los demócratas no obtuvieron la oleada de apoyo que les habría otorgado el control de ambas cámaras del Congreso, pero en la Cámara baja de 435 miembros, el partido se encaminaba a recapturar unos 30 escaños, más que los 23 que necesitaban para obtener su primera mayoría en ocho años.

Una mayoría en la Cámara alta podría haber dado opción al partido de frenar con más energía la agenda política de Trump y bloquear futuras nominaciones a la Corte Suprema.

Sin embargo, la mayoría en la Cámara baja puede obligar a Trump a bajar sus ambiciones legislativas, posiblemente condenando sus promesas de financiamiento de un muro en la frontera con México, aprobar un segundo gran paquete de recorte de impuestos o llevar adelante políticas comerciales de línea dura.

Las duras discusiones entre Trump y el corresponsal de la CNN de la Casa Blanca, Jim Acosta, durante la conferencia de prensa en relación con el resultado de las elecciones fueron un paréntesis de tensión.

Cuando el periodista recordó que la caravana de los inmigrantes centroamericanos está compuesta por gente pobre y no como el magnate la describió durante la campaña electoral, insinuando que son delincuentes, Trump estalló de rabia. "Es un grosero, un enemigo del pueblo. La CNN debería avergonzarse de tenerlo como corresponsal de la Casa Blanca. Yo gobierno, piensa en la CNN", disparó el presidente, mientras se movía nerviosamente de un lado a otro, y mientras el personal de la Casa Blanca intentaba quitarle el micrófono al periodista.

Luego, Trump no respondió a otro periodista de la CNN: "Usted se sienta -espetó Trump- es grosero, interrumpió a un colega". Tras eso el presidente anunció que el vicepresidente Mike Pence regresará a la carrera por la Casa Blanca en 2020. "Mike, serás mi compañero de carrera?", le preguntó públicamente frente a los reporteros. "La respuesta es sí", dijo tras escuchar la respuesta sonriente de Pence. "No fue inesperado, pero me siento muy bien", continuó el magnate.

Agencias Reuters y ANSA