26 de mayo 2009 - 00:00

Alarma mundial por un ensayo atómico y misilístico de Corea del Norte

Expertos surcoreanos pudieron calcular la magnitud de la explosión atómica norcoreana a través de la actividad sísmica que ésta produjo (arriba). En paralelo, el régimen de Pyongyang también realizó ensayos misilísticos, cuyo desarrollo es clave para que su poder nuclear se transforme efectivamente en un arma de guerra (abajo).
Expertos surcoreanos pudieron calcular la magnitud de la explosión atómica norcoreana a través de la actividad sísmica que ésta produjo (arriba). En paralelo, el régimen de Pyongyang también realizó ensayos misilísticos, cuyo desarrollo es clave para que su poder nuclear se transforme efectivamente en un arma de guerra (abajo).
Seúl y Pyongyang - El régimen comunista de Corea del Norte profundizó ayer su desafío nuclear al probar una bomba con una potencia similar a la lanzada contra Hiroshima en 1945, y luego arrojó tres misiles de corto alcance. El ensayo subterráneo, que marcaría un avance en la capacidad tecnológica norcoreana, mereció una condena inmediata del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU), integrado por países «amigos», como China y Rusia.

La explosión ocurrió menos de tres años después de que la dictadura de Kim Jong Il realizara la primera prueba de ese tipo, y un mes más tarde de que lanzara un cohete de largo alcance que sobrepasó la latitud de Japón, dando cuenta de un ambicioso desarrollo misilístico que es contraparte necesaria del proyecto atómico.

El presidente estadounidense, Barack Obama, condenó duramente la prueba norcoreana y dijo en un comunicado que ese país «está desafiando directamente y en forma desconsiderada a la comunidad internacional» y aumentando las tensiones en Asia nororiental.

Reunido de urgencia, el Consejo de Seguridad emitió una condena unánime en nombre de los 15 miembros (entre ellos los permanentes Rusia, China, EE.UU., Gran Bretaña y Francia), y en los próximos días dictará una resolución, indicó el presidente temporario del cuerpo, el ruso Vitaly Ciurkin.

Los repudios fueron además particulares de los distintos países. China, el aliado más estrecho de Corea del Norte, se declaró «fuertemente contraria» a la prueba realizada, y acusó a Pyongyang de haber «ignorado las objeciones de la comunidad internacional» sobre la prosecución de su programa nuclear.

Considerando lo sorpresivo de la explosión, expertos evaluaron que el régimen mejoró su capacidad técnica. Según Aleksander Drobychevski, vocero del Ministerio de Defensa ruso, la detonación de ayer fue de entre 10 y 20 kilotones, por lo que superó en hasta 10 kilotones el ensayo del 9 de octubre de 2006. La bomba lanzada en Hiroshima el 6 de agosto de 1945 alcanzó a 15 kilotones.

La prueba, que causó alarma en Corea del Sur, se realizó poco antes de las 10.00 (hora local), 80 kilómetros al noroeste de Kilju, en la zona septentrional del territorio norcoreano. Ésta fue seguida por el lanzamiento de un misil de corto alcance y, alrededor de las 17, mientras se conocían duras protestas de parte de varios gobiernos, incluidos los de Brasil y la Argentina, Corea del Norte probó otros dos cohetes del mismo tipo.

Con la llegada de Kim Jong Il al poder en 1994, Corea del Norte intensificó el desarrollo bélico autónomo, en contraste con la postración social que vive el país. El régimen comunista duplica la capacidad armamentística de Corea del Sur. El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguiei Lavrov, afirmó que su país está «preocupado por el experimento nuclear subterráneo efectuado» por Corea del Norte y expresó que el hecho constituye «un grave golpe a los esfuerzos internacionales sobre la no proliferación de armas nucleares».

«Similares actos por parte de Corea del Norte no pueden considerarse otra cosa que una violación de la resolución 1.718 del Consejo de Seguridad de la ONU», que entre otros puntos exige que Pyongyang no realice pruebas nucleares, destacó un comunicado de la Cancillería rusa.

En tanto, el titular de Exteriores de Francia, Bernard Kouchner, en un discurso que pronunció en la capital de los Emiratos Árabes, expresó la «firme condena» de su país al desafío norcoreano. Coincidió el primer ministro británico, Gordon Brown, que calificó la prueba nuclear como un «peligro para el mundo».

Israel incluso relacionó lo ocurrido con amenazas que afectan a Medio Oriente. La Cancillería reclamó a la comunidad internacional que «responda con decisión para transmitir un mensaje sin ambigüedad a otros países». (Ver pág. 19.)

«No nos involucra»

La OTAN también expresó su «firme condena» a las pruebas de Corea del Norte, definiendo las acciones como «irresponsables» y «provocadoras», solicitó a Pyongyang abstenerse de otras acciones que puedan contribuir a «aumentar la tensión» y le reclamó respetar las obligaciones internacionales.

La Alianza Atlántica dijo que las acciones de Corea del Norte representan «un desafío a la paz, a la seguridad y a la estabilidad en la región asiática y del Pacífico y son universalmente condenadas por la comunidad internacional».

Irán, en tanto, comentó que el tema le es ajeno. El vocero de la Cancillería de ese país, Hassan Qashqavi, dijo: «Es un tema que no nos involucra».

La ruptura de negociaciones con el hermético régimen de Kim es casi total. El Consejo de Seguridad había condenado el 13 de abril el lanzamiento de un misil balístico efectuado ocho días antes por Corea del Norte. En respuesta a esa medida, las autoridades de Pyongyang se retiraron de las negociaciones con Rusia, Corea del Sur, Estados Unidos, Japón y China.

Agencias ANSA, EFE y Reuters

Dejá tu comentario