Alicia pidió ayuda para “garantizar paz social”

En medio de paros, tomas y piquetes, el asfixiado distrito y la Casa Rosada arrancaron negociación de plan de ajuste del déficit que destrabará asistencia financiera. La reunión sigue hoy.

Pulseada. Frigerio y Alicia Kirchner, durante la negociación ayer en la Casa Rosada. Alejandro Caldarelli continuará hoy las conversaciones.

Con la presión de una provincia paralizada y con tomas de edificios y piquetes, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y la gobernadora santacruceña Alicia Kirchner (Frente para la Victoria) abrieron ayer el diálogo cara a cara en pos de arribar a un acuerdo de reducción gradual del déficit, que destrabará una asistencia financiera amplia al asfixiado distrito.

El encuentro terminó en un cuarto intermedio que dará paso a una nueva reunión hoy, en la que equipos técnicos de Nación y de Santa Cruz buscarán lograr un entendimiento "consensuado" en busca del equilibrio fiscal 2019, año en que la mandataria deberá entregar el poder.

En tanto, mañana volverán a sentarse frente a frente Frigerio y Alicia Kirchner para cerrar el acuerdo, siempre y cuando coincidan en la definición de la letra chica de un programa de control del gasto.

Tras el cónclave de más de dos horas en la Casa Rosada, la mandataria instó al Gobierno de Mauricio Macri a que le brinde "ayuda urgente" para "garantizar la gobernabilidad y la paz social" y mostró su preocupación porque "la gente necesita cobrar su sueldo y mantener a su familia".

"Esta reunión es una primera etapa porque seguiremos conversando; todavía no hemos llegado a una conclusión, pero estamos trabajando", agregó la exministra de Desarrollo Social nacional. "Seguimos avanzando y dialogando", aseguraron desde despachos nacionales a este diario al ser consultados sobre si se logró un principio de acuerdo.

Ambas administraciones avanzarán hoy en un borrador que incluirá un plan fiscal y financiero. Un acuerdo derivará en un préstamo del Banco Nación de entre $750 millones y $900 millones, la refinanciación de deuda por $800 millones y el aval a un bono por u$s350 millones.

Sobre la mesa de discusión se conjugan dos necesidades: la urgencia de pagar sueldos (no fueron completados aún los de marzo, y resta el de abril), y la meta a largo plazo del equilibrio fiscal para delinear una provincia viable.

La mandataria -escoltada por su vice, Pablo González, y el ministro de Economía, Juan Donnini- arribó al encuentro con Frigerio luego de haber permanecido encerrada entre el lunes y el martes durante 16 horas en la Casa de Gobierno por una de las tantas protestas desplegadas en las últimas semanas en rechazo a las demoras en el pago de sueldos y la falta de una recomposición salarial.

La reunión arrancó pasadas las 16.30 y fueron de la partida además el secretario de Interior, Sebastián García De Luca; el secretario de Provincias, Alejandro Caldarelli; y el subsecretario de Relaciones con las Provincias, Paulino Caballero.

En tanto, el encuentro de hoy será protagonizado por Caldarelli y Caballero, que recibirán a Donnini con la misión de "lograr un acuerdo consensuado".

En la previa a la cumbre de ayer, que generó fuerte expectativa en la provincia, González defendió el programa de control del déficit presentado por Santa Cruz. "Es un plan basado en la sustentabilidad de la provincia en relación directa con el presupuesto y sin hacer un ajuste sobre el sector público, porque no estamos de acuerdo ni en condiciones de hacerlo", enfatizó.

El escenario es crítico en un distrito asfixiado de recursos y que debe afrontar por mes sueldos y jubilaciones por unos $1.500millones y que cerraría 2017 con un déficit de más de $ 6mil millones.

Este mes la Casa Rosada incrementó en $100 millones los adelantos de coparticipación (en mayo suman $400 millones), que deben ser devueltos mensualmente.

En medio de otra semana de paros, la protesta ayer tuvo especial virulencia para hacer llegar sus ecos a Buenos Aires, al sumarse el copamiento del Ministerio de Economía (por parte de los maestros), del Superior Tribunal de Justicia (por los judiciales) y de la Caja de Previsión Social (por los jubilados). Pero además los estatales nucleados en ATE aportaron su cuota de tensión con el despliegue de piquetes por 24 horas en distintos puntos de la provincia, aunque el de Río Gallegos -a la altura del aeropuerto- fue activado "por tiempo indeterminado".

En paralelo, anoche la multisectorial Asamblea Pública de Santa Cruz -conformada por gremios, jubilados, estudiantes y padres- desplegó una "marcha ruidosa" en Río Gallegos, a modo de "cacerolazo". En este escenario de tensión, ayer fue reforzada la seguridad en la Casa de Gobierno, de la mano de la instalación de un cerco -soldado- en uno de los ingresos de la sede oficial. Producto de las medidas de fuerza, las clases aún no comenzaron en la provincia (los paros bordean los 40 días porque los maestros no terminaron de cobrar aún marzo y no percibieron el de abril), mientras que se encuentran virtualmente paralizadas las prestaciones de Salud y Justicia.

Horas antes de la reunión en la Casa Rosada, Mauricio Macri recalentó la relación con Santa Cruz desde Mendoza, junto a Frigerio (ver aparte).