La crisis entre Colombia y Venezuela marcó el perfil de esquema de seguridad para las conversaciones políticas durante la 39ª Cumbre del Mercosur que congrega desde hoy hasta mañana a los presidentes en la provincia de San Juan. Cristina de Kirchner dispuso blindar la zona con la instalación y activación del Sector de Defensa Aeroespacial San Juan (Decreto Nº 1.103/2010) para garantizar la seguridad durante las deliberaciones de los mandatarios. El brigadier Juan Macaya es la autoridad responsable de proveer la seguridad del espacio aéreo «de la ciudad de San Juan y áreas adyacentes hasta un radio de noventa (90) millas náuticas dentro del territorio nacional, desde la localidad precitada, desde el nivel de la superficie del terreno hasta una altura ilimitada, a partir del 1 de agosto y hasta el día 4 del mismo mes», dice el decreto. Al aviador Macaya se le hará difícil evaluar -conforme las reglas de empeñamiento- si corresponde o no derribar a un avión que no acate la zona de prohibición de vuelo establecida por la Administración Nacional de la Aviación Civil (ANAC) para la seguridad de las aeronaves presidenciales.
No se cuenta en la zona con radares de defensa aérea (tridimensionales, proveen altura, distancia y rumbo) para realizar el seguimiento y la identificación precisa. Defensa ordenó desplazar un viejo radar Westinghouse TPS-43 que la Fuerza Aérea tiene basado en Posadas para subsanar la falencia, pero se dejó sin cobertura la frontera del nordeste del país; la manta es corta. La custodia aeroespacial de la cumbre está en manos de la Fuerza Aérea y del Ejército se desplegaron una sección de Pampa y otra de cazabombarderos A4-AR Figthinghawk provistos de misiles aire-aire Sidewinder, operarán desde la base El Plumerillo de la IV Brigada Aérea ubicada en la vecina provincia de Mendoza.
El contenido al que quiere acceder es exclusivo para suscriptores.
Dejá tu comentario