29 de mayo 2018 - 00:00

Camioneros mantienen paralizado Brasil pese a la concesión de Temer

Persistían 557 cortes de ruta y el agudo desabastecimiento de alimentos frescos y combustible en las principales ciudades. El PSDB dijo que el Ejecutivo está “sin rumbo”.

CUSTODIA. Militares escoltan una caravana de camiones con combustible en Canoas, Porto Alegre.
CUSTODIA. Militares escoltan una caravana de camiones con combustible en Canoas, Porto Alegre.
Brasilia - Los camioneros brasileños mantuvieron ayer el paro, que ya cumplió ocho días, pese al anuncio de baja del precio del gasoil que realizó a última hora del domingo el presidente Michel Temer, profundizando una crisis que parece haber desbordado al Gobierno.

El jefe de gabinete, el ministro Eliseu Padilha, dijo ayer que es hora de que el país retorne a la "normalidad" luego de la ronda de negociaciones realizadas el fin de semana con los transportistas.

Padilha, titular de la Casa Civil y hombre de confianza de Temer, cargó contra quienes buscan atizar el conflicto. "La Policía Caminera Federal conoce las rutas donde trabaja, conoce quién es líder del movimiento de los camioneros y sabe de las infiltraciones políticas que ocurrieron en los acampes junto a las rutas", señaló.

El tono empleado por el ministro poco después del mediodía, en el Palacio del Planalto, fue distinto al utilizado en la noche del domingo por el mandatario. En un discurso televisado Temer anunció la baja de 0,46 reales (0,14 dólares) del precio del litro de gasoil y la aceptación de otras demandas planteadas por los camioneros.

Petrobras alineó sus precios con los del mercado internacional, con revisiones diarias de precios, a mediados de 2017, como estrategia para resarcir sus finanzas. Desde entonces, los precios aumentaron más del 50%.

El mandatario, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), aseguró confiar en el "patriotismo" de los camioneros y en la pronta cesación del paro. Pero la actitud conciliadora cambió ayer luego de que los huelguistas resolvieron seguir adelante con los bloqueos de rutas. En la jornada se contabilizaron 557 cortes.

El ministro de Seguridad Pública, Raúl Jungmann, comparó a la huelga, que está provocando un agudo desabastecimiento en las mayores ciudades brasileñas, con la llamada Primavera Árabe. "Tiene puntos en común con la Primavera Árabe, los indignados de España, el movimiento ocupa Wall Street" que surgieron de buenas a primeras. "¿Alguien podía prever el surgimiento de todo eso?", planteó al explicar el problema que tiene el Gobierno para negociar, a lo que se suma que no están sindicalizados, sino que son independientes.

El expresidente Fernando Henrique Cardoso, del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), dijo que el Gobierno para estar sin rumbo. Declaró que se debe ejercer el poder con autoridad pero alertó sobre el riesgo de caer en el "autoritarismo".

El PMDB y el PSDB fueron aliados políticos y están en conversaciones para lanzar una candidatura común en los comicios de octubre.

Los camioneros mantenían la huelga a pesar de que la asociación Abcam, que dice representar al menos a 600.000 conductores de camiones independientes (que representa un tercio de los transportistas), pidió que se levante la medida de fuerza tras los anuncios de Temer.

Dos tercios del transporte comercial en el país se realiza con camiones, por lo que el impacto de la huelga es profundo en el abastecimiento de todo tipo de productos.

Ocho de los 54 aeropuertos del país estaban sin gasolina y los supermercados prácticamente sin alimentos frescos.

La falta de combustible perjudicó el tránsito de colectivos y vehículos privados ayer en San Pablo, la ciudad más populosa de Brasil con casi 11 millones de habitantes.

El alcalde paulista, Bruno Covas, anunció que a partir de hoy podrán verse seriamente afectados varios servicios públicos.

La situación era igualmente crítica en Río de Janeiro, donde se observó una marcada caída del transporte. Además, no hubo clases en las escuelas y universidades públicas.

También fueron suspendidas las actividades en la educación pública de Brasilia donde también fue reducida la actividad en los hospitales públicos.

La Asociación Brasileña de Comercio Exterior (AEB) estimó que a causa de la paralización dejaron de exportarse productos por 1.000 millones de dólares.

Agencias ANSA, DPA y AFP,

y Ámbito Financiero

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