Elisa Carrió se reunió, junto con Alfonso Prat Gay, con la dirigencia de Coninagro. Desde ayer tiene invitación de Gabriela Michetti a debatir.
Con el inicio de la campaña comenzaron en los búnker de cada lista las peleas por el armado de los actos, debates en que participará cada candidato y, sobre todo, el costo de la fiscalización. Es imposible en esa tarea que no haya recelos dentro de cada lista. El primer acto oficial que organizó el Acuerdo Cívico y Social será para el próximo martes en el teatro Gran Rex. Allí Elisa Carrió y el radical Gerardo Morales presentarán a todos los candidatos del país que integran el acuerdo y lanzarán la campaña.
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En ese escenario no habrá demasiadas discusiones, por lo menos en el cartel central. Morales no es candidato, ya que continúa como senador por Jujuy y por lo tanto su protagonismo será acotado.
Habrá lugar, de todas formas, para los recelos que quedaron pendientes dentro de la fuerza sobre todo en la Capital Federal y entre la Coalición Cívica y los seguidores de Julio Cobos. Anoche en la UCR se discutía cómo acomodar a los representantes del vicepresidente que van en listas con la UCR en las provincias, como es el caso de Mendoza, cuando el cobismo por otro lado había anunciado el retiro de sus figuras de la lista de la provincia de Buenos Aires que encabezan Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín. (Ver pág. 12.) Tras el acto comenzará la agenda de presentaciones en televisión y los debates. Y aunque la participación de Carrió, Alfonso Prat Gay o Gabriela Michetti ya está en discusión, aún no hay acuerdo. Con la saturación que ya produjeron los programas políticos en televisión, muchos candidatos se sumieron en el cholulismo de esperar la presentación del sketch del «Gran Cuñado» que Marcelo Tinelli estrenará en su programa. Ganar un personaje en esa tira y evitar al mismo tiempo que se lo ridiculice pasó a ser prioridad de los encargados de la campaña. Aunque la TV no parezca ser en esta ocasión el lugar adecuado para debatir entre candidatos, Michetti fue de las primeras en tirar el guante. Lo hizo ayer con Carrió al declararle que está dispuesta a confrontar, mientras la jefa de la Coalición Cívica parece insistir en no enfrentarla al punto que, en un rapto de sinceridad que sus allegados le criticaron, hasta llegó a afirmar que no hay demasiado que las diferencie.
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