13 de mayo 2010 - 00:00

Cannes: “Robin Hood contra monopolios de prensa”

Russell Crowe atraviesa la alfombra roja de Cannes junto con su esposa, Danielle Spencer. Para el intérprete de Robin Hood, el héroe «lucharía hoy contra la concentración de los medios de prensa».
Russell Crowe atraviesa la alfombra roja de Cannes junto con su esposa, Danielle Spencer. Para el intérprete de Robin Hood, el héroe «lucharía hoy contra la concentración de los medios de prensa».
Cannes - El Festival de Cannes se inició ayer con «Robin Hood» (que se estrena hoy en la Argentina) y con sus dos héroes, Russell Crowe y Cate Blanchett, pisando la alfombra roja que recubre las escaleras del Palacio de Festivales. Cenizas volcánicas, olas gigantescas y crisis económica amenazaban el mayor certamen cinematográfico mundial, pero no lograron disuadir a decenas de estrellas y cineastas que fueron aclamados y admirados por una muchedumbre de curiosos apostados frente al Palacio de Festivales.

La estrella mexicana Salma Hayak, vestida de púrpura, el actor puertorriqueño Benicio del Toro, que forma parte del jurado de la Palma de Oro, la artista Eva Longoria («Desperate Wives»), con un ceñido traje blanco, el actor venezolano Edgar Ramírez, que encarna a Carlos «el Chacal» en un film en la selección oficial, fueron otras de las figuras presentes.

También subieron la alfombra roja Cate Blanchett, que vestía un inusual traje negro, el cineasta Tim Burton, que preside el jurado oficial, su colega español Víctor Erice, miembro de ese jurado, el mexicano Gael García Bernal, que preside el jurado del premio la Cámara de Oro, y la cineasta francesa Agnès Varda, entre muchos otros.

«Es un honor que el festival abra con Robin Hood, es fabuloso para mi amigo, Ridley Scott», declaró Crowe antes de ingresar al Palacio. Ridley Scott no pudo concurrir por un problema en la rodilla. El film explora los orígenes del mito del legendario héroe inglés del siglo XII, que defiende a los pobres contra los ricos y es declarado un bandido ilegal.

«Ha habido muchas versiones, pero nosotros queríamos explicar cómo Robin Hood se convierte en otra persona: en un hombre que defiende a los más débiles y presiona a un rey para que modere su poder», indicó Crowe en la conferencia de prensa, donde más tarde atacó a las concentraciones de prensa. «Mi teoría es que si Robin estuviera vivo ahora, miraría a la monopolización de los medios de comunicación como su gran enemigo», declaró, para agregar «Robin Hood les preguntaría a ustedes, los periodistas, cómo se ganan la vida y a quiénes tienen que obedecer para llevarse el sueldo a casa a fin de mes», provocando la hilaridad algo incómoda de los presentes. «También podría mirar del lado de Wall Street, a la crisis de hipotecas, la crisis de los subprime» y a todo eso», señaló.

El actor defendió la decisión del director y de su guionista, Brian Helgeland, de dar gran relieve al aspecto histórico de la vida y las aventuras del héroe. «Es notorio que Ricardo Corazón de León nunca volvió vivo a Inglaterra de las Cruzadas, como afirman las diferentes novelas, leyendas y poemas que se escribieron sobre el personaje, sino que murió sitiando a un castillo francés como un vulgar bandido a causa de una flecha que le disparó un cocinero», dijo. «Eso es lo que quisimos mostrar en nuestro film y tal vez la razón por la que nos invitaron a Cannes aunque los franceses sean los malos de la película», agregó.

La selección de esta película «mainstream» en la selección oficial, donde se presentó fuera de concurso, ya no sorprende en la medida que los organizadores de la muestra han optado, desde hace años, por un cóctel de cine de arte y cine comercial (en 2006, la película de apertura fue «El código Da Vinci»). Cannes ha premiado a cineastas de vanguardia y grandes maestros, como Michelangelo Antonioni, Theo Angelopoulos y Abbas Kiarostami, y ha presentado en las galas de apertura films que atraen a millones de personas, como «Indiana Jones» o «La gran estafa».

El jurado del Festival, cuya selección de películas retrata la geopolítica mundial -desde Irak a la crisis de Wall Street- se refirió tácitamente a la situación en Irán en la ceremonia de apertura, al dejar un sillón vacío como símbolo del realizador iraní Jafar Panahi. Panahi es miembro del jurado, pero no pudo viajar a Cannes porque fue arrestado en marzo en Teherán por orden de las autoridades, que lo acusan de hacer un film contra el régimen.

Agencia AFP

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