12 de julio 2010 - 00:21

Carne: comienza bloqueo a Liniers y subirían precios

• Sindicato del sector tomó medida por no cobrar subsidios.
• El viernes, Gobierno cerró las exportaciones

Guillermo Moreno
Guillermo Moreno
La Federación Gremial del Personal de la Industria de la Carne y sus derivados bloqueará a partir de hoy a las 8 y por «tiempo indeterminado» el ingreso de animales al Mercado de Hacienda de Liniers, en reclamo de los subsidios que el Gobierno anunció en abril pasado para el sector, pero que, hasta el momento, nunca los otorgó. La medida de fuerza podría producir la escasez de este producto en los supermercados y en las carnicerías y una consecuente suba de precios. Desde el jueves pasado, el gremio que agrupa a los trabajadores de la carne que dirige José Fantini, le exige al Gobierno que cumpla con los subsidios anunciados y que se basaban en el pago extra de hasta 200 horas laborales del salario convencional. En la actualidad, el 90% de la actividad de este sector está trabajando con una reducción de la faena del 30% al 40%, e incluso en algunos casos existen fábricas que están totalmente paralizadas.

La medida de fuerza perjudicará tanto al Gobierno -que busca tener carne barata- y a los frigoríficos, que no podrán comprar animales y tendrán que paralizar la actividad. «Estamos en diálogo directo con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, pero hasta hoy lo único que nos dicen es que habría dos empresas en condiciones de percibir el subsidio, pero no nos satisface hasta que no veamos el listado del personal», indicó Fantini, líder de la entidad que agrupa a más de 60.000 afiliados y más de 60 filiales en todo el país. Y agregó: «Hay alrededor de 8.000 trabajadores en esta situación, y estas dos empresas no representan a la totalidad del país».

Mientras tanto, el viernes pasado, el Gobierno, a través de una orden del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, cerró las exportaciones de carne, medida que ha tomado en repetidas oportunidades con el objetivo -frustrado- de que este producto no aumente en el mercado local.

Los carniceros aseguran que el impacto de la medida se sentirá en las ventas al consumidor porque al no haber abastecimiento pleno de carne, los frigoríficos suben los precios de las medias reses en forma automática y eso se traslada a las carnicerías. «El consumo de carne cayó muchísimo por el aumento de precio; la gente opta por carne sustitutas como el pollo, el cerdo o el pescado. La carne vacuna subió un 40% durante el primer trimestre y hoy se ha convertido en un bien de lujo. Con esta medida de fuerza los más perjudicados vamos a ser los carniceros y los consumidores», dijo ayer a este diario un carnicero de Capital Federal. El propio Fantini también reconoció que si la medida de fuerza «se extiende en el tiempo podría faltar carne en los mostradores y en las góndolas».

La situación de escasez de carne ya comenzó a notarse en las grandes cadenas de supermercados. En una recorrida llevada a cabo por distintos supermercados porteños se vislumbró que no existe una gran cantidad de oferta de lo que el Gobierno denomina «cortes populares» (cortes de carne barata). Liniers abastece el 20% de la carne que se consume diariamente en la Argentina, por lo que mientras la medida persista las carnicerías de Capital y del Gran Buenos Aires serían abastecidas con animales faenados en Santa Fe. En los primeros cinco meses de este año la producción de carne vacuna disminuyó un 23% anual, según el último informe de la Cámara de la industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA).

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