20 de enero 2010 - 00:00

Cobos prepara patíbulo para Redrado, pero pide invitación

Cristina de Kirchner le giró ayer a Eduardo Fellner una nota en la que le solicita que conforme las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Finanzas para que, junto a Julio Cobos, analicen la remoción de Martín Redrado.
Cristina de Kirchner le giró ayer a Eduardo Fellner una nota en la que le solicita que conforme las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Finanzas para que, junto a Julio Cobos, analicen la remoción de Martín Redrado.
La curiosa estabilidad jurídica que exhibe la Argentina no deja de sorprender, confirmando las sospechas del resto del mundo sobre la imposibilidad de comprender algunos fenómenos criollos. Ayer Cristina de Kirchner, de un plumazo, declaró nulo de hecho un Decreto de Necesidad y Urgencia que ella misma había firmado para destituir a Martín Redrado como presidente del Banco Central. Lo hizo en el mismo acto en que proclamó a toda la República que no puede moverse de su sillón en la Casa Rosada hacia el exterior por miedo a lo que pueda hacer el vicepresidente.

Curioso cuando minutos después el sustituto en cuestión le pedía, casi como un ruego, que viajara a China recordándole que en sus interinatos nunca había osado sacar la birome presidencial del cajón. Para los radicales el peligro real es desairar a los chinos que tenían preparada una recepción para visita oficial de 10 días, un país al que la economía argentina le debe mucho en los últimos tiempos.

La pulsión de Cristina de Kirchner por no cruzar las fronteras no se limitaría a este hecho en particular, que parece diseñado más para mortificar al vicepresidente que para evitar un peligro real. En la Cancillería se analiza la posibilidad de que la Presidente ni siquiera viaje a Montevideo a la asunción de José Mujica y hasta existe peligro de que haga lo mismo en el caso Sebastián Piñera. No parece que el peligro Cobos sea para tanto.

La Presidente, en realidad, no convocó ayer formalmente a la comisión del artículo 9 de la Carta Orgánica del Banco Central, que debe aconsejarla, sin sujeción ninguna, sobre la remoción del presidente de la entidad. Para terminar el trámite deberá enviarle otra nota a Julio Cobos pidiéndole que reúna a esa comisión de consejo. Así, en su conferencia de prensa anunció que había pedido a Eduardo Fellner que le preparara a los presidentes de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y Finanzas, que deben integrar ese cuerpo que la aconseja, para iniciar el proceso que ella misma obvió cuando emitió el DNU original. El resto de los integrantes son, el propio Cobos y dos jefes de comisión del Senado que, al no estar decididos, quedarán ausentes en la comisión. Pero el kirchnerismo, con matemática pura, razonó que si el cuerpo que aconseja tiene cinco miembros, con sólo tres se garantiza el quórum y puede funcionar. Como no es vinculante, poco importa lo que diga mientras se esté cumpliendo con la Carta Orgánica. A pesar de eso ayer Cobos recordó que nunca reivindicó la defensa de Martín Redrado en su puesto y los radicales, que piden que se vaya desde hace días, ratificaron que su ataque al DNU de remoción es sólo por una «cuestión institucional y no personal».

Ese primer decreto de Cristina de Kirchner, entonces, se vuelve abstracto al haber activado la Presidente el procedimiento que debió seguir desde el primer día. Deberá de ahora en más la oposición discutir sobre si habrá alguna sesión para una derogación formal o quedará guardado como otra rareza jurídica más en la historia argentina. Pero mientras tanto todo el proceso se activará y la Presidente al final tendrá que firmar otro decreto simple despidiendo a Redrado.

Ayer, tras la conferencia de prensa de la jefa de Estado, Cobos se encerró en su despacho para analizar la estrategia a seguir, habida cuenta que la Casa Rosada, una vez más, le cargó encima el peso de este proceso.

El vicepresidente está dispuesto a convocar la comisión del artículo 9 de la Carta del Central ni bien Fellner termine con la tarea de poner en marcha las comisiones que en Diputados deben elegir los dos presidentes que trabajarán en el tema.

Argumento

El jefe de Diputados ya convocó para mañana a todos los diputados que integran Presupuesto y Hacienda y Finanzas, por lo que deberá traer a Buenos Aires a unos 80 veraneantes. Una vez nombrados en sus puestos el kirchnerista santafesino Gustavo Marconato y Alfonso Prat Gay de la Coalición Cívica, comunicará la novedad al Senado.

Cobos, para entonces, espera que la Casa Rosada le envíe una nota para comenzar a reunir esa comisión con un proceso que incluye citar a Redrado y a sus abogados para que ejerzan la defensa, el principal argumento que da en este caso el derecho administrativo para reunir la comisión del artículo 9. Y aunque todo el trámite no demore los meses que se llevó destituir a Pedro Pou, sin dudas febrero aún será testigo de esta novela de verano.

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