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Comarqueña, una nueva raza ovina

Se trata de un genotipo que aumenta la producción de carne, pero que también posee una buena calidad en su lana.
"Se trata de un genotipo doble propósito -carne y lana- con una composición del 25% de genes Merino, el 37,5% de Ile de France y el 37,5% de Texel. La raza Merino aportó la rusticidad y producción de lana mientras que las otras dos dieron la prolificidad, velocidad de crecimiento y conformación", detalló Mauricio Álvarez, director del INTA Valle Inferior y especialista en ovinos.
Según indicó, a los productores les resulta complejo el manejo de dos o más razas. De allí el interés en desarrollar una para incrementar la producción de carne, adaptada a las condiciones regionales y que simplifique el trabajo en el campo.
Durante 17 años se realizó un largo trabajo de selección y mejora de la raza que permitió desarrollar una especie desprovista de cuernos, tanto en machos como en hembras, y con la cara destapada, sin pelos visibles, con una excelente conformación y de alta producción. "Su lana se destaca respecto de otros genotipos carniceros", aseguró Álvarez.
La Comarqueña posee lana blanca a crema claro, con una finura promedio de 28 micras en adultos y 26 micras para las borregas, con un largo de mecha de 80 milímetros. Es suave al tacto, con un rizo bien definido, uniforme y un bajo porcentaje de fibras moduladas en el vellón.
De acuerdo con el especialista, esta raza produce lana de mejor calidad pero en menor cantidad que la raza Corriedale (tradicional de la región), por lo que los ingresos por lana en ambas especies serían similares. Sin embargo, el aspecto más destacado de la Comarqueña es la producción de carne: los resultados de los trabajos a campo indican que es posible destetar más de 120 corderos cada 100 ovejas en servicio con un peso promedio de 28,5 kilos. Estos valores se encuentran muy por encima de la media regional y es posible alcanzarlos gracias a que las ovejas son "melliceras" y presentan excelente aptitud materna que les permite satisfacer la demanda de leche de los corderos.
Álvarez agregó que "se ha logrado obtener un material genético de alta producción gracias al uso de información objetiva y de técnicas modernas de evaluación genética. El procedimiento que utilizamos actualmente nos permite identificar los mejores carneros para usarlos cada año como padres. De esta manera estamos en condiciones de garantizar que año a año vamos mejorando la raza".
Por otro lado, Hugo Giorgetti, director de la Chacra Experimental de Patagones y uno de los conductores del equipo que desarrolló la raza, señaló que "con la Comarqueña podemos incrementar la producción de carne y el beneficio de las majadas regionales entre un 20% y un 30%. Además, las pruebas de degustación y los análisis de calidad de carne indican que el producto tiene una elevada aceptación y un perfil de grasa mucho más saludable que la de otros genotipos".
Tanto productores como funcionarios valoraron el logro institucional del INTA y del Ministerio de Asuntos Agrarios, y reconocieron el trabajo de los técnicos de ambas instituciones. La raza fue aceptada en los registros genealógicos de la Sociedad Rural Argentina y se le asignó el prefijo C.M.Q. Además, se le otorgó al núcleo fundacional de la Chacra Experimental de Patagones el número de rebaño 1.
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