Las previsiones y los boca de urna coincidían en afirmar que los democristianos no alcanzaban al 20% de los votos, mientras que AfD ingresó por primera vez al parlamento con un sorprendente 21,9%. Por otra parte, la socialidamocracia se consagró primera pese a haber perdido algunos votos con el 30% y seguirá controlando la zona en alianza con la CDU.
Desde las filas del partido de Merkel -que se encontraba en China en la cumbre del G-20- reconocieron el retroceso y aseguraron que los resultados reflejan el "descontento y el voto de protesta" de los electores. "Esto estaría aparentemente relacionado, en gran medida, con el debate sobre refugiados. Este resultado y el fuerte apoyo que recibió Alternativa para Alemania es amargo para nosotros", subrayó el secretario general de la CDU, Peter Tauber.
Frauke Petry, líder del AfD, celebró la victoria regional y elogió la fuerza de un partido que, dijo, fue capaz de escuchar a los ciudadanos "decepcionados" con la política de las grandes formaciones tradicionales del país. Fue una reacción a la "a la catastrófica política sobre inmigración" de Merkel, agregó. Su compañero, Leif-Erik Hol, sostuvo que "por fin habrá una oposición en el Parlamento regional" y reconoció que nadie se atrevía a soñar con estos resultados en un "Land" -estado federado- gobernado desde hace diez años por una gran coalición de socialdemócratas y conservadores.
Aunque Meclemburgo Pomerania Occidental es poco relevante en la política nacional, muchos lo consideraron un anticipo de las elecciones generales de 2017.
La AfD nació en 2013 como una fuerza euroescéptica, abiertamente crítica a lo que considera ayudas financieras a Grecia. Con la llegada de cientos de miles de refugiados e inmigrantes en el último año, su popularidad fue creciendo. En 2013 quedó por un estrecho margen fuera del Bundestag (la Cámara baja) en las elecciones generales, pero todo indica que el año próximo podría mejorar ese resultado.
En marzo último cosechó buenos resultados en tres comicios regionales: el 24,2% de los votos en Sajonia-Anhalt, que lo ubicó como segunda fuerza política de esa zona, el 15,1% en Baden-Württemberg y el 12,6% en Renania-Palatinado.
En un mitin el sábado, Merkel había advertido del peligro del voto a los populistas, a "esa gente que provocan pero que nunca hicieron nada por este Land". La popularidad creciente de AfD es calificada de "aterradora" por el Consejo central de los judíos de Alemania. La prensa ya se ha hecho a la idea. "Ahora Alemania tiene lo que no había existido desde el final de la guerra (en 1945): un partido de extrema derecha", lamentó el diario Die Welt. La siguiente prueba será dentro de dos semanas, cuando se celebren nuevas elecciones en la ciudad-estado de Berlín.
Agencias AFP, DPA, ANSA y EFE y Ámbito FInanciero |
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